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Reflexionando desde mi casa | ¡PANDEMIA Y REALIDAD COLOMBIANA!

* Colombia nunca deja de sorprendernos.

Es increíble que uno pueda afirmar que la aparición del Covid-19, con todo el daño que ha causado, haya sido 'bendito' para el partido de gobierno y sus 'beneficiarios' (Sarmiento Angulo, Bancolombia, GEA, la empresa extranjera Avianca y un selecto grupo de partidarios del Centro Democrático, de los partidos lambones y vendidos que se le unieron gracias a los favores dados por el Gobierno para obtener la mayoría en el Congreso para poder lograr hacer lo que les favorezca). Esta afirmación podría hacer creer a muchos que es un chiste o algo sesgado para desprestigiar, aún más, al CD y a su Presidente, pero no es así. ¡Es la pura verdad!


Han hecho lo que les ha dado la gana, porque en Colombia nadie puede hacer nada contra ellos. Hacen lo que hacen, simplemente, porque aquí no pasa nada. Son poderosos, manejan todo, lo gubernamental, el Congreso, los entes de control (Procuraduría , Contraloría, Fiscalía y demás 'ías', como la porquería y no de 'Porky'). Solo les falta controlar la Corte Suprema de justicia, a la que no dudo harán desaparecer. Algo inventarán para hacerlo. Es tan cruel el aprovechamiento que han tenido que no sería descabellado pensar que ante el malestar general que existe en contra de ellos, sumado al temor de perder el poder, para mantenerse en este podrían provocar una guerra civil. Nada es impensable de esta secta política.

El presidente, el ministro de salud, (las minúsculas son a propósito), y el resto del gabinete junto a los 'asesores' solo han 'hablado'.

Mientras tanto, el pueblo sigue jodido. Con hambre, sin oportunidades, con un servicio de salud indigno, perverso y asesino. Aumenta la violencia y los casos por el Covid-19 -quizás superior a los de marzo de este año, pero el Gobierno lo oculta, lo niega-. Los enfermos se defienden como pueden, los dejaron a su libre albedrío, al 'sálvese el que pueda', al juego de 'la ruleta Rusa'. No hay un solo hecho real que demuestre algo de misericordia por los desprotegidos, que son la inmensa mayoría. El presidente, el ministro de salud, (las minúsculas son a propósito), y el resto del gabinete junto a los 'asesores' solo han 'hablado'. Palabras que se han quedado en promesas, igual que las pronunciadas en campaña electoral. En la práctica perdieron el año con creces y en lo relacionado con la pandemia han sido grotescamente ineficientes.


El mandatario colombiano -de extrema derecha-, completa 200 días apareciendo en su programa de televisión. Habló mucho pero no mostró acciones concretas. Sus palabras no han estado acorde con sus actuaciones. Un programa en el que habla y habla sin nadie que le pueda cuestionar lo que expresa, sin nadie que le haga preguntas. Un aburrido monólogo que sostiene a diario, al igual que lo hacía el extinto Hugo Chávez, el personaje tan criticado por el partido político del presidente colombiano. Un programa que debe ser muy costoso, que tiene una pobre audiencia y que deja claro que Duque sería un excelente presentador de farándula pero que confirma que es un pésimo presidente. Quizás y sin temor a equívoco, es el peor presidente de la historia colombiana. Será muy difícil que los futuros presidentes logren ser peores que él, aunque Colombia nunca deja de sorprendernos.

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