* La Bioseguridad pasó a otro plano, pues lo importante era el consumismo.
“Así es –suspiró el coronel–.
La vida es la cosa mejor que se ha inventado”.
Gabriel García Márquez
Mientras el país está en los primeros lugares con mayor número de infectados por Covid_19, el Ministerio de Hacienda está preparando su proyección de acaparamiento de impuestos para este año, sin tener en cuenta la decadencia económica que enfrenta la mayoría de las familias colombianas.
No podemos decir que no se veía venir un segundo brote con mayor fuerza que el primero. Quienes somos conscientes de la gravedad del problema tratamos de protegernos de la mejor manera, pero desde noviembre se temía que a principio de este año empeoraría la situación. Compras compulsivas, gastos innecesarios en iluminación navideña, aglomeraciones injustificadas para compras con el día sin IVA –esto si es culpa del gobierno Duque–, noche de velitas... Y la gente actuando como si el enemigo fuera visible. Cambió el miedo del Covid y prefirió estar pendiente de la Policía y correr mientras ésta trataba de evitar las aglomeraciones. Un caos que se hubiese podido evitar. La gente no tiene conciencia hasta que la muerte toca a la puerta de su familia.
Llegaron las novenas navideñas, que no fueron virtuales, y, se realizaron las compras pre-navidad, ya que las familias están acostumbradas a dar detalles a sus hijos. Pero se olvidaron del Covid. Las tiendas de barrio estaban atiborradas, sin que existieran los menores cuidados de protección mientras realizaban compras y los tenderos y comerciantes, despreocupados, sin la menor intención de proteger a sus clientes solo se dedicaron a vender. La Bioseguridad pasó a otro plano, pues lo importante era el consumismo.
Aquí estamos, unos sorprendidos con las nuevas cuarentenas, que no esperaban, y quienes hemos sido más responsables, ya las veíamos venir, pero somos conscientes de que por unos pagamos todos.
Mientras muchos disfrutaban de la Navidad en casa, miles se contagiaron el siete de diciembre. Muchos pasaron las festividades decembrinas en los hospitales con respiradores luchando por otra oportunidad. El fin de año no fue diferente. En la calle, a pesar de las restricciones, se veía a la gente ‘parchar’ (como dicen ellos) con botellas de licor, bebiendo como si no hubiera un mañana y gritando a carcajadas “2021 sorpréndeme”. Aquí estamos, unos sorprendidos con las nuevas cuarentenas, que no esperaban, y quienes hemos sido más responsables, ya las veíamos venir, pero somos conscientes de que por unos pagamos todos.
Por otra parte, podemos decir que hizo falta proyección del Gobierno sobre los nuevos contagios. Pudieron implementar a tiempo medidas preventivas para evitar las aglomeraciones en diciembre, pero no lo hicieron. Como siempre, dejaron que existiera el problema para atacarlo, habiendo podido evitarlo.
No esperemos a que el Gobierno se conduela con nosotros rebajando los impuestos porque estamos en cuarentena, No. El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, ya tiene proyectado que este año los colombianos debemos aportar cerca de 153 billones de pesos, de los cuales ya hay comprometida más de la mitad. Es decir, puede que haya ‘esperita’, pero rebajita, no. Así las cosas, contando con que cada familia esté conformada por cuatro personas, a cada una nos tocaría pagar $2,5 millones. Por mi parte, al Ministro le tocará aguantarse las ganas porque de haber dinero para una cosa, no alcanzará para la otra. Los arriendos, la educación de los hijos y la alimentación son cosas que no dan espera. Así como vamos, sí nos está sorprendiendo este año. Apenas vamos por la mitad del primer mes y las unidades de cuidados intensivos en Bogotá DC ya están al ciento por ciento, según alertó la Personería de Bogotá.
Para que no lo sorprenda este año o para que su familia no sea la sorprendida sin su presencia: ¡Por favor, cuídese y cuide de los suyos!, no espere a que le pongan un Policía a ver si cumple las normas de bioseguridad.
Recuerde que nos espera una deuda gigante que deberemos pagar y que no habrá rebajita. Si no, pregúntenle a Carrasquilla.
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