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Un año sin armas: gran logro de la paz en Colombia


El 27 de junio de 2017, excombatientes de las Farc dejaron el armamento que por décadas, organización que causó tanto dolor en nuestro país. La entrega de las armas fue un paso más para reincorporarse a la vida civil.

En Buenavista, vereda del municipio de Mesetas (Meta), hace un año, hacia el mediodía, se cumplió el acto final de dejación de 7.132 armas individuales de la guerrilla de las Farc, certificada por la Organización de Naciones Unidas, ONU.

En la ceremonia participaron el Presidente Juan Manuel Santos; el jefe de las Farc, Rodrigo Londoño, y el jefe de la Misión de la ONU en Colombia, Jean Arnault.

Al tomar la palabra el señor Arnault afirmó que la Misión a su cargo “recibió el 30 por ciento de esas armas a partir del 7 de junio, y el otro 30 por ciento a partir del 14 de junio; la tercera parte empezó el 21 de junio y al día de hoy, la Misión ha recibido en sus contenedores el conjunto de las armas individuales registradas de los guerrilleros de las Farc – EP”.

Desde aquel rincón de Colombia el Jefe del Estado señaló que “sin armas, sin violencia, no somos más un pueblo enfrentado entre sí. No somos más una historia de dolor y de muerte en el planeta”.

Y acto seguido dijo: “Señor Rodrigo Londoño y miembros, hoy excombatientes, de las Farc: Les tomo su palabra. Colombia entera les toma su palabra. Y la comunidad internacional es testigo. En adelante, como usted lo ha dicho, esa, su palabra, será su única arma”.

Menos de un año después, el Presidente Santos al gradecer una vez más el esfuerzo de los miembros de la Fuerza Pública para obtener la paz y manifestó su satisfacción por que los otrora guerrilleros ahora participaban en democracia.

“El haber presenciado en las últimas elecciones, las más tranquilas, las más seguras, las más participativas, la participación fue la más alta de la historia, al antiguo Comandante de las Farc desmovilizado, desarmado, reintegrado a la vida civil, votando por primera vez en su vida como jefe de un partido político, esa transición de la guerra a la paz, a la democracia, se debe a nuestros soldados, a nuestros policías, a nuestras instituciones armadas”, afirmó en la Escuela Naval de Cadetes, en Cartagena.

Aquel 27 de junio en Buenavista, el Mandatario recordó que durante las más de cinco décadas del conflicto hubo más de 8 millones de víctimas y más de 220 mil compatriotas muertos, y aseveró que “habrá justicia y habrá reparación. Habrá verdad y habrá garantías de no repetición para las víctimas. De eso nos aseguramos en el Acuerdo de Paz”.

Señaló que ese 27 de junio se convertiría en un día que “jamás olvidaremos: ¡El día en que las armas se cambiaron por las palabras!”.

Hoy, a varias semanas de concluir su mandato las palabras pronunciadas por el Mandatario ese 27 de junio en Buenavista cobran vigencia.

“Y puedo decir, desde el fondo de mi corazón, que por llegar a este día, por vivir este día, por lograr este día, ha valido la pena ser Presidente de Colombia”.

Este miércoles en una entrevista radial el Mandatario pronunció una frase que fue su lema durante todo el proceso de paz y cuya vigencia no tiene términos.

“Siempre lo he dicho: esa paz no es mía, esa paz no es de Juan Manuel Santos, esa paz no es del Gobierno, es la paz de todos los colombianos”.

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