* Uno público y otro privado.
Empezaré diciendo que la Ley 100 es una perversa figura legal montada para monopolizar y comercializar la salud en Colombia. ¡No es más que eso!
La Propuesta
Un Modelo de Salud Público y Único para toda la población, controlado y manejado directamente por el Estado. En éste estarían incluidos todos los colombianos, así como los extranjeros que tengan ciudadanía o cédula de extranjería y que residan en el país.
Un modelo privado que, libremente, podría escoger cualquier ciudadano que no se acoja al Modelo Público y que tenga la capacidad económica para hacerlo a través de las compañías aseguradoras en salud por medio de sus pólizas de medicina prepagada.
En este caso, el Estado se liberaría de cualquier responsabilidad en la prestación de los servicios en salud de los ciudadanos que coloquen su salud en manos de las diferentes aseguradoras.
Con esto, se crearía un beneficio agregado para quienes en estos momentos pagan pólizas de Medicina Prepagada, ya que se rompería el absurdo doble pago que se tiene que efectuar actualmente.
Explico de qué se trata el doble pago para quienes lo desconocen: a la fecha, para tener una póliza de medicina prepagada se obliga a estar afiliado al sistema de salud (POS) haciendo su respectivo aporte a este, añadiéndole el costo de la póliza para poder tener derecho a esta, afectando el bolsillo de estos colombianos.
Actualmente, en la gran mayoría de los casos, cuando se recurre a dichas pólizas de salud es porque no se confía en la prestación de los servicios de salud, que hoy está en manos de las EPS.
Esa confianza perdida por muchos en el sistema de salud es la que, el Gobierno actual, está obligado a devolver con cambios positivos y certeros. Si hay reforma o un Nuevo Modelo, éste debería ser sin los problemas del actual y sin nuevos problemas que afecten los servicios.
Debemos transformar nuestro pensar y nuestro actuar. Ya es hora de que se empiecen a ver los cambios o por lo menos los que queremos y podemos cambiar.
A la fecha hay mucha inquietud por una parte de población, especialmente por los pacientes con enfermedades de Alto Costo. Inquietud muy justificada porque nada se ha dicho de cómo se piensa hacer la transición al Nuevo Modelo. Solo se habla de Promoción pero nada se escucha de la parte asistencial.
Sufren los pacientes con Cáncer, IRC, HIV, Hemofilia, entre otras, pensando dónde y cómo los atenderán, quién se encargará de entregarles sus medicamentos, que pasará con ellos si se acaba su EPS. Se trata de una inquietud muy válida y la Ministra de Salud es quien debe dar explicaciones al respecto para hacerles llegar un parte de tranquilidad.
Así, cada ciudadano quedará en LIBERTAD de elegir en que sistema se queda y con el beneficio de realizar un solo pago al sistema escogido.
Cuando me refiero a un sistema Público, no significa que todos sus actores sean entes estatales. Su composición administrativa debe ser ciento por ciento pública, pero la parte asistencial puede ser pública -con los hospitales estatales-, privada -con todas las instituciones que hoy prestan atención en salud- y mixta -de ser es necesario-.
Antes de implementar cualquier reforma, el Estado deberá recuperar toda la información que se perdió desde la creación de la Ley 100 hasta la fecha, que se encuentra en manos de las EPS.
Así las EPS actuales, que algunos llaman aseguradoras, pueden competir con el público aportando toda su infraestructura actual para la prestación de los servicios.
Quienes no comulguen con la intermediación y aquellos que no tienen los recursos económicos para adquirir una póliza de salud privada, quedarán incluidos en el sistema público.
Es de anotar que el Estado es el que tiene la responsabilidad de prestar estos servicios, por tratarse de un Derecho Fundamental para la Vida y, además, es el que mejor podría hacerlo para lograr recuperar el control total del que hoy carece.
Los planes complementarios deben continuar, con énfasis en la parte hotelera. Este servicio que hoy ofrecen las aseguradoras, podría el Estado, a través de una compañía de Seguros en alianza o propia, ofrecer estos servicios adicionales a los afiliados al sistema público.
El presidente Gustavo Petro Urrego, en algún momento, expresó lo siguiente: "Hoy empieza la Colombia posible. Se acabaron los ‘no se puede’ y los ‘siempre fue así’.
Por eso, hay que creer que las instituciones estatales, ya sean de salud, de educación o de otro campo, deben ser eficientes, eficaces y por qué no, servir de modelo para las privadas.
Debemos transformar nuestro pensar y nuestro actuar. Ya es hora de que se empiecen a ver los cambios o por lo menos los que queremos y podemos cambiar.
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