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¿POR QUÉ SOMOS ASÍ?

* Párenme bolas… Reforma a la Policía, si, pero... ¿la reforma a la comunidad cuándo será?

Párenme bolas… Durante los últimos meses se ha hablado reiteradamente de la necesidad de implementar una reforma a la Policía. Si, es necesario ajustar la institución al contexto actual, volver a una policía más cercana a la comunidad. La población ha exigido mejorar el trato por parte de los uniformados, mejorar o desmontar el Esmad, democratizar los ascensos en la institución, sancionar los abusos de poder en la actividad de los uniformados, especialmente en desarrollo de las manifestaciones públicas, cambiar el uso de armas durante los procedimientos, y muchas otras modificaciones. Ahora bien, yo pregunto: y, ¿la reforma a la comunidad cuándo será?


Estamos sumergidos en una población agresiva, que a la menor chispa de discrepancia no duda en agredir o en herir, y en el peor de los casos, en matar; como sucedió en días pasados cuando los uniformados de la Policía Nacional fueron víctimas de agresiones por parte de los indígenas Embera; o por no ser seguidores del mismo equipo, porque lo pisaron en Transmilenio y por cualquier otra razón que quiera esgrimir quien se sienta ofendido. Si continuamos con el Transmilenio, la gente se cuela por las puertas o saltando los torniquetes, trasladan colchones, y pequeños trasteos, se cuelgan de las puertas, de los techos y se lanzan de los articulados… Es indisciplina social.


El cambio en el procedimiento de choques simples para agilizar la circulación debería facilitar la solución, pero... ¡Párenme bolas! ¿No podría tener mayores problemas al resolver los siniestros persona a persona? Y, ¿si la otra persona se opone a negociar?, o ¿está en estado de alicoramiento? y tenemos que ir a una conciliación para resolver, ya que incluso con croquis a favor muchas veces las personas pretenden obtener dinero a sabiendas que ellos fueron quienes causaron el daño… Así, afectando el sistema por no ser capaces de reconocer sus errores.

Estamos sumergidos en una población agresiva, que a la menor chispa de discrepancia no duda en agredir o en herir,

Somos una población propensa a la violencia, que ha convivido con la muerte desde la guerra de Independencia. Lo cierto es que, para ser un país, desde que nacimos como nación, no hemos cesado de cultivar la guerra, ya fuese entre centralistas y federalistas, o entre los supremos; la guerra de los mil días, la guerra entre godos y cachiporros, el conflicto del nueve de abril, el doloroso período de la violencia y el conflicto interno que normalizó la agresión en todas sus formas.

Contenedor ubicado en el barrio Molinos, localidad Rafael Uribe Uribe. / Fuente: Equipo de investigación OCGIRS. https://www.observatorioresiduoscolombia.org/inicio/index.php?option=com_content&view=article&id=59

Párenme bolas… los contenedores de basura sólo han servido para acrecentar la suciedad. Una ciudadanía apática y perezosa hace uso incorrecto de esos equipamientos urbanos. Los recicladores se llevan lo que necesitan y lo demás lo dejan esparcido por todos lados. Las personas en estado de habitabilidad de calle usan los contenedores para resguardarse del frío o para hacer sus necesidades. ¿Qué pasó con esa Bogotá que describieron Pierre d’Espagnat y el argentino Miguel Cané? Esa Bogotá a la que denominaron ‘La Atenas suramericana’ llena de cultura y elegancia.


Creo que todos salimos a la calle con intención de trabajar, de estudiar, de vivir, de ser libres… pero, estamos viviendo en una ciudad maltrecha, sucia, descuidada y consternada, que nos está consumiendo en trancones, violencia y desidia.

Párenme bolas… No sólo por la Administración, si no por nosotros -sus ciudadanos- que no entendemos cómo es vivir en sociedad.


¿Cuántos de nosotros hemos leído la Ley 1801? ¿Cuántos de nosotros comprendemos los comportamientos contrariaros a la convivencia? ¿Cuántos sabemos las rutas para resolver problemas entre vecinos?


Es urgente que pensemos qué estamos haciendo como sociedad. Siempre se ha comparado a Medellín con Bogotá. Siempre dicen que la capital del Valle de Aburrá es de los paisas y que Bogotá es de todos… De los rolos, de los costeños, vallunos, isleños, etc. y que al ser de todos no es de nadie.


Cualquier esfuerzo que realicen las administraciones nacional o distrital en diferentes temas serán empantanadas. La responsabilidad es compartida y si no se articula con una cultura ciudadana, responsable y amante de la ciudad que la quiera ver bonita, segura, que active el turismo, la inversión, y mejore la imagen de nuestra ciudad, tal vez estemos en algún futuro entre esas ciudades que todo el mundo quiera visitar e imitar.


Páreme bolas… Estoy de acuerdo con una reforma a la Policía, pero también urge una reforma a la sociedad. Si pedimos una Policía de PRIMER MUNDO, creo que es hora de comportarnos como una sociedad digna de merecer no solo una buena Policía si no también un buen gobierno. Lean, disfruten, dejen de pelear con el vecino, recojan su basura, hablen en vez de gritar, escuchen música para usted y no para toda la cuadra. En resumen, respetemos a las demás personas. Solo así tendremos una sociedad que se auto regule y podamos sentir que vivimos en un primer mundo. Un mundo de entornos amigables, por el que podamos transitar sin estar asustados o predispuestos.

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