* Desde esta edición de Ciudad Paz presentamos, en colaboración con Fahdia Hemer Pimienta,
las entrevistas del podcast EficazMente.

Pedro de Armas tenía un futuro prometedor en la televisión de Venezuela. A los cuatro años grabó su primer comercial y logró completar treinta y cinco en su exitosa carrera como actor de telenovelas, entre las que incluye ‘Paraíso’, ‘Mundo de fieras’ y ‘Compartiendo el destino’, entre otras.
Pedro tenía el futuro asegurado en el mundo de los medios de comunicación y el teatro. Como todo diciembre, viaja de vacaciones a Estados Unidos, pero la situación de su país, lo obligo a quedarse en el gran país del norte. Sin dominar el inglés y sin muchas esperanzas de continuar su carrera en televisión pasó a ser uno más de las estadísticas de inmigrantes en el país americano. Empezar de cero, era su única opción.
Desde trabajar en un supermercado hasta ser fundador de su propio periódico. Este venezolano logra captar la atención de latinos y americanos, y, en plena era digital, posiciona un periódico impreso dirigido a la comunidad latina: El Informador Newspaper.
Su recorrido le permitió, junto a su esposa, conocer el mercado de inmigrantes. Y lograr fundar un medio de comunicación para los inmigrantes de Latinoamérica en general. Un medio abierto a todas las nacionalidades y que sirva, por igual, a todos.
Trabajo duro, perseverancia, esfuerzos y noches sin dormir definen la travesía que vivió Pedro, un venezolano expatriado que halló la clave para triunfar en un país nuevo.
- Hola! Gracias por estar EficazMente. Vamos al país de nacimiento del protagonista de esta historia.
Soy de Venezuela… de Caracas, Venezuela. Mi vida era hermosa. Empecé en la televisión cuando tenía siete años. Bueno, podría decir antes, a los cuatro años. Había un programa de televisión que era dedicado para los niños, que se llamaba El show de Fantástico González.
Era un programa de talento infantil. Entonces, a los cuatro años canté una canción del grupo Timbiriche. Era el gato, el gato rocanrolero era la canción que tenía que cantar.
- Pedro ganó 30 chocolates por cantar esa canción y desde ese momento su abuela se convirtió en su agente.
Ella fue quien me involucró en la televisión, en la radio, en el teatro. Realmente, cuanto casting había en Caracas, ella me llevaba. Se enteraba, estaba involucrada. Y creo que, en parte, porque ella quería ser cantante.
A los siete años participé en mi primer comercial de televisión, que era de un juego de mesa que se llamaba Quitipón, que eran unas calcomanías. Y el de pan de sándwich, la marca se llamaba Puropan, y por este comercial de televisión de pan, causó buena sensación. Se convirtió en un personaje muy popular en Venezuela…

- Con este comercial nació una celebridad en Venezuela. Grabó 35 comerciales. En esos años dorados cumplió la aspiración de muchos.
Me renovaron el contrato como por tres o cuatro años y el comercial seguía saliendo y todo el mundo me veía: ‘Mira, el niñito de Puropan’. Y así es hasta el sol de. Hay mucha gente en Venezuela todavía se acuerda del comercial y dicen “Mira qué grande ya está el niño Puropan”.
Llegué al canal de televisión Venevisión, RCTV y Radio Caracas Televisión. Y tuve la oportunidad y el honor de trabajar allí después en mi carrera. Pero si. Desde pequeño, por ese mismo comercial, llegué a las telenovelas…
- Novelas… en Colombia, en los años 90, veíamos muchas novelas, me incluyo. Pongan atención a las que menciona.
Yo actué en mi primera telenovela: ‘Sentimiento’ y después estuve en ‘Paraíso’, que era con Amanda Gutiérrez y Víctor Cámaras. Posteriormente tuve papel en ‘Mundo de fieras’, con Catherine Fulop y Jean Carlo Simancas. En esa telenovela hice del niño Luisito, paralítico en una silla de ruedas. Yo era el hermano Jean Carlo Simancas en la telenovela. Y una escena muy emblemática porque Joselyn, que era Rosalinda Serfaty, la actriz, me empujó a la piscina para matarme.
Estuve en muchas producciones. También hice teatro infantil. En esos años tenía una agenda apretada. Siendo muy joven le tocó lidiar con la fama. Eso no era fácil. Para poder concluir sus estudios de bachillerato hizo una pausa. Al poco tiempo se presentó a otro casting y de nuevo fue seleccionado.
En diciembre de 1999 me llamaron: ‘Mira, has sido seleccionado’. Mi rol no era protagónico. Yo era la contrafigura, pero se convirtió de cierta manera en protagónico.
- En ese año, 1999, todo cambió para Pedro.
Diciembre del 99. En Venezuela crece un una vaguada muy grande. Empezó a llover muchísimo en la costa de Venezuela. Tenía mi apartamento en La Guaira, en la misma zona donde lloviendo. Hubo un deslave. Llovió, llovió, llovió tanto…
El deslave de Vargas se llama. Si tú lo busques en Google ‘Deslave de Vargas’ vas a ver imágenes espantosas. La cantidad del lodo y de tierra llegaban al segundo y tercer piso de los edificios. Se llevó carros, autobuses escolares, tiendas, negocios, viviendas. ¿Qué les puedo decir? Mucha gente falleció en ese deslave de Vargas.
- En efecto, hicimos esa búsqueda y encontramos que fue una catástrofe. Cerca de 15.000 desaparecidos, unos 3.500 millones de dólares en pérdidas, destrucción de más de 15.000 viviendas y 75.000 damnificados, entre esos, Pedro.
Mi carro estaba atrapado en el sótano del edificio. Ya no lo podía sacar. El edificio estaba en una colina, por lo que el lodo pasó por los lados. Pero yo no podía vivir allí. No había electricidad, ningún servicio funcionaba.
Llegar al edificio era imposible. Era imposible. Tenías que tener un carro 4x4. Fue tremendo. Finalmente, logré recuperar mi carro, algunas cosas me ayudaron a movilizarme en la capital.
- Ese punto es muy importante porque a Pedro le tocó mudarse de ciudad y arrancar de nuevo. En ese año también había cambios en el tema político.
Fue el año en que la voz y el nombre de Hugo Chávez empezaron a protagonizar la historia de Venezuela. En ese contexto, Pedro siguió insistiendo en su sueño y haciendo televisión.
Empezamos en los ensayos a esta serie juvenil que se llamaba ‘Compartiendo el Destino’. La diferencia era que esta serie no era grabada. No era una telenovela grabada, era en vivo. Como hacer teatro televisado. Entonces, si se te olvidaba la letra, tenías que improvisar.
Eso fue una experiencia inolvidable y para mí única. Creo que única para todos mis compañeros. Era realmente como se hacían las telenovelas hace muchos años, que eran en vivo. ¡Y hacer una serie juvenil en vivo del año 2000! A mí me tocó una escena con Haroldo Betancourt y Haroldo Betancur en plena escena me dice a mí “Bueno, el muchacho este que le dicen puropan”.

- Sin saberlo, esta sería una de sus últimas apariciones en televisión. Su vida tomaría un giro inesperado. Un viaje de vacaciones a Estados Unidos cambió su vida.
Yo no había venido a quedarme. Fíjate que yo dejé mi apartamento, mi carro, mi ropa, todo. Yo no vine a quedarme. Yo no había venido a quedarme. Yo vine fue de vacaciones. Yo me voy de Venezuela en pleno paro petrolero.
En esa época se hizo un paro durante el cual todo el país se detuvo para tratar de salir del presidente Hugo Chávez. Mi familia ya vivía en Charlotte, North Carolina. Me vine, como venía siempre todas las Navidades a pasar con mi familia.
En esa oportunidad me tocó quedarme porque la situación era bien, bien tensa. En Venezuela no había gasolina, no había insumos. En esa oportunidad no habían insumos, porque el país estaba parado. Las empresas dejaron de trabajar, toda la gente se fue a la calle. Protestaron. Todo ese tema. Y fue cuando mi vida comenzó aquí, en Estados Unidos. Como muchos inmigrantes, toca comenzar de cero.
- Le tocó cambiar las luces de los escenarios por las de un supermercado, su primer trabajo al decidir quedarse en Estados Unidos.
Es fuerte porque después de trabajar en televisión... En CAracas me conocían... Acá, nadie sabía quién era yo. Me tocó trabajar en horario nocturno en un supermercado. Es bien fuerte, la verdad. Sobre todo por esa parte de que todo el mundo te reconoce, todo el mundo sabe quién eres y de repente estás en un lugar donde… haciendo algo que nunca tu vida habías hecho. O sea, es bien triste, la verdad.
Y a eso le sumo que se me murieron dos familiares en ese mismo momento: mi abuelo y mi tío. Con ambos eran muy muy apegado. No pude ir al velorio porque estaba en pleno proceso migratorio. O sea, si yo salía de Estados Unidos tenía que quedarme en Venezuela y desde allá esperar a que me llegaron mis documentos.
Me dan la noticia como… la de mi abuelo me la dieron como las doce y media de la noche. Fue horrible, porque es así como que la impotencia de que te quieres ir, pero estás en pleno trabajo, te quieres ir, pero sabes que si te vas no vas a poder regresar a Estados Unidos hasta que… o sea tienes que esperar afuera hasta que te lleguen tus documentos. Era todo muy incierto, la verdad. Era pasar esa tristeza trabajando, seguir trabajando, seguir trabajando.
- Como el que quiere encuentra los medios. Así, literalmente, Pedro llegó a los medios de comunicación en el gran país del Norte.
Primero fue el canal de televisión. Estaban buscando un presentador para un pequeño programa de televisión, el primer programa en español producido en Charlotte. Y me seleccionaron. Fui el presentador de ese programa durante dos años y medio. Para mí fue un gran honor.
Me tocó entrevistar al alcalde, al gobernador. Conocí mucha gente. Eso lo hacía alternamente con lo del supermercado. De 11 de la noche hasta las sietede la mañana. Y luego dormía casi dos horas y me levantaba otra vez y me iba al programa televisión. Y poco después salió la oportunidad de trabajar en una emisora. Todo esto al mismo tiempo. Tres trabajos, pero casi no podía dormir. No dormía, la verdad. No dormía. Era como un zombi.
- A los seis meses descubrió que no podía seguir así.
El 21 de septiembre, que es mi cumpleaños, salí más temprano del supermercado. Como la 5:30 de la mañana y me estaba quedando dormido manejando. Me detuvo un policía, justamente porque me vio que estaba manejando en zig zag. Yo no me había dado cuenta que era policía hasta que me encendió las luces. Me detuve y me dijo “mira que tú te has estado durmiendo o tú te has tomado o que te pasa” y o no, no, yo vengo del de mi trabajo y él ve mi uniforme. Entonces me dice “bueno, yo te voy a seguir hasta tu casa para asegurarme que llegues bien”. Sí, claro, por supuesto. Y no choque, claro. Bajé las ventanas, prendí la música a todo volumen, para despertarme.
- Y en esas estaba cuando apareció Lisa en su vida
Si. A ella le gustaba mucho la música que yo colocaba. Un día me pregunta que qué va a hacer mañana y yo: no, mañana trabajo. Lisa baila salsa y merengue, todo. Desde ahí empezamos a salir.
- Lisa dirigía una emisora mexicana. Al hacer equipo con Pedro y fusionar sus experiencias crearon las bases para soñar con su propio medio de comunicación.
En 2008 iniciamos la edición del periódico y nos mudamos para Charleston. Un periódico para todos los latinos, no solamente un grupo. Para ayudar a todos. No queremos excluir a nadie. Trabajamos para informar a todo.
- Debemos resaltar la fuerza para emprender como inmigrante y ellos destacan esta palabra vital en su historia…
La perseverancia. Perseverar en creer en tu negocio y saber a quién está dirigido tu negocio. El que persevera, alcanza, en saber que puedes ofrecer lo mejor de ti a pesar de las circunstancias no favorables. Yo creo que eso ha sido una nuestra enseñanza, que un medio… mira en nuestro caso, voy a hablar directamente como el productor de El Informador.El informador era un producto meramente dedicado a la impresión de un periódico, ¿cierto? Por medio de comunicación es un medio impreso. Había personas que decían, pero ¿quién lee el periódico? ¿para qué seguir un periódico? Apostamos a que nosotros creemos que es necesario aún seguir imprimiendo, además, porque sabemos la importancia de que hay personas que tienen acceso hoy por hoy al internet. Pero hay otras que aún a pesar de la época en que vivimos, un 30 por ciento no tiene acceso al internet.
- La pandemia ha traído el cierre de empresas, la pérdida de empleos, entre esos el de muchísimos periodistas. En este panorama, este periódico independiente sigue adelante.
Vi otros medios que simplemente desaparecieron. Y es triste porque sabemos que un impacto económico también para esa persona. Pero puedo decir con orgullo que en el caso nuestro, nos fuimos adaptando y fuimos tomando medidas necesarias que nos ayudaron a continuar imprimiendo.
Según un informe de The Economist, a diferencia de lo que ha sucedido con otras industrias que se han visto afectadas por la crisis, los proveedores de noticias están asistiendo a un aumento masivo de la demanda de su producto. El tráfico de las páginas web de noticia se ha incrementado en niveles nunca antes vistos y las suscripciones online han crecido a una tasa seis veces superior a la normal.
Sin embargo, ojo a este dato. Las compras de impresos son mucho más representativas económicamente que las suscripciones digitales. Los ingresos por publicidad digital no se equiparan con lo que genera la pauta tradicional, que en categorías como comercio y viajes sencillamente se ha evaporado.
- Vamos del oído al corazón, EficazMente.
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