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PANORAMA DE LA GESTIÓN PACÍFICA DE CONFLICTOS

* Negociar, mediar o conciliar no son temas de moda, ni alternativas de reciente descubrimiento.

“La paz no es la ausencia de conflicto,

es la habilidad de gestionar el conflicto por medios pacíficos”

Ronald Reagan


En nuestros días, los mecanismos alternos de solución de conflictos, representan una excelente oportunidad para arribar a acuerdos de manera directa con las personas que enfrentamos dificultades, son un llamado a nuestra madurez y racionalidad, una invitación para sentarnos a dialogar, una forma de legitimar la participación y dirección de nuestros procesos, sin necesidad de ceder el control a terceras personas, ni desgastarnos emocionalmente en pleitos largos y costosos ante tribunales imponentes.


Negociar, mediar o conciliar no son temas de moda, ni alternativas de reciente descubrimiento; sin embargo, nos ha tocado transitar por un momento de conciencia social, en donde se les está brindando la atención e importancia que merecen.


De manera conjunta con los derechos humanos, la perspectiva de género y la oralidad, conforman una plataforma de impulso, para tratar de encontrar opciones distintas de solución a los problemas cotidianos, en un intento de acercar a la ciudadanía, el acceso a la justicia que regula nuestra Constitución como un derecho fundamental.


Para ello, se ha reformado nuestra legislación de una manera estructural, en materia penal, civil, familiar, mercantil y de manera reciente, también, en derecho del trabajo. Con ello, se han obtenido logros que, aunque pequeños, son significativos. Porque simbolizan una alarma para el despertar colectivo.


Es un hecho que toda novedad, genera temor y resistencia, por ello, los principales obstáculos a los que nos hemos enfrentado en este tema, lo conforman la naturalización de una cultura de violencia que impera en México y Latinoamérica, la falta de difusión social sobre los beneficios que aporta la implementación de estos mecanismos, la formación reactiva de los profesionales en abogacía y la deficiente capacitación de los profesionales que se encargan de acompañar en estos procesos.

Contribuir a la reconstitución del tejido social e impulsar una cultura de paz, es una tarea diaria que debemos realizar de manera conjunta.

Los mecanismos alternos de solución de conflictos, no son métodos salomónicos, en donde todo se deba partir a la mitad; no es el diálogo que se genera en las audiencias penales entre el abogado defensor y la Fiscalía, mientras la víctima solo escucha y donde incluso el juez, funge como árbitro; no es la presión que generan los funcionarios en materia familiar, para llegar a acuerdos en la audiencia de avenimiento o en la fase preliminar.


Estos mecanismos, implican toda una metodología, para comprender los intereses del otro y buscar soluciones de fondo, que requiere de tiempo para preparar a las partes, a fin de que conozcan las características, principios y ventajas que rigen a cada método. Ameritan el dominio y aplicación de técnicas por el profesional que brinde el acompañamiento, el uso de herramientas, la práctica de habilidades sociocognitivas, conocimiento sobre teoría del conflicto y de la comunicación.


Sin duda, los retos que enfrentan los métodos alternos de gestión pacífica de conflictos son múltiples y difíciles; pero en medio de un panorama de oscuridad, bien conviene caminar hacia la luz que genera la esperanza de un cambio, aunque parezca tenue y lejana.


Para hacer efectivos estos mecanismos, considero que sería viable implementar las siguientes estrategias:

  • Documentarnos sobre el tema. La información siempre aportará grandes beneficios a quien invierte el tiempo para buscarla. Tener a nuestro alcance el acceso a tecnologías de la información y la comunicación, nos permite acceder a bibliografía gratuita y fuentes confiables.

  • Socializar conocimientos. Una vez que conozcamos los distintos métodos de solución de conflictos y sus ventajas, debemos hablar sobre ellos, con las personas que se encuentran a nuestro alrededor, pues todos podemos necesitar de ellos en algún momento de la vida.

  • Recurrir a ellos para solucionar los conflictos que se nos presenten. La mejor forma de abordar los problemas, es a través de la comunicación, máxime cuando es guiada por un profesional y en la mayoría de los casos de forma gratuita.

  • Investigar sobre dependencias cercanas que ofrecen servicios sin costo. Al encontrarse rebasado el sistema de impartición de justicia, es un tema que se encuentra en la agenda de políticas públicas, con toda seguridad hay una institución cercana a nuestro domicilio en donde nos puedan brindar información.

  • Si somos profesionales en la abogacía, capacitarnos sobre el tema. Mantenernos actualizados constituye una obligación ética para el ejercicio de nuestra profesión. Debemos desprendernos de la idea de litigar todos los asuntos que conozcamos. Adaptarnos a los cambios y necesidades sociales.

  • Si somos facilitadores, buscar la manera de certificarnos y especializarnos en el tema. Somos los principales responsables del funcionamiento adecuado de estos mecanismos, nada recomienda más que un trabajo efectivo y bien realizado.

Contribuir a la reconstitución del tejido social e impulsar una cultura de paz, es una tarea diaria que debemos realizar de manera conjunta, pues ya lo dijo Benjamin Franklin: “O caminamos todos juntos hacia la paz, o nunca la encontraremos”.

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