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ACUERDOS PARA EL CAMINO

  • Foto del escritor: Opinión
    Opinión
  • 16 abr 2023
  • 2 Min. de lectura
* La primera reacción, por instinto, fue preguntar: ‘¿por qué a mí?’.

No es tan fácil escribir sobre algunos momentos vividos que nos ha tocado asumir, pero más difícil lo ha sido cuando ese reto ha estado diseñado para describir un antes y un después de nuestra existencia. Un reto que implica aceptar la realidad de enfrentar el miedo a lo desconocido, particularmente cuando jamás había pensado que debería experimentar ciertos episodios en los que la vida podría irse de las manos.


En mi caso, el reto se denomina Linfoma de células grandes tipo B, en palabras más sencillas Cáncer. Una palabra corta y hasta temida, de la cual se sabe que existe, pero de la que jamás había pensado que sería la llamada a experimentar con los rigores de su significado.


La primera reacción, por instinto, fue preguntar: ‘¿por qué a mí?’, y con el paso de los días descubrir ‘¿por qué no…? ¿Qué te hace diferente a las demás personas? ¿Eres o no digno de este reto? Y encontrar las respuestas es el camino: 1. Marca la diferencia en el cómo asumes. 2. Aceptar a quienes amorosamente te acompañen en este camino 3. Lograr acuerdos para poder salir adelante. 4. Andar el camino para encontrarse a sí misma.


Del primer punto sólo puedo decir hay dos caminos: resistirse a afrontarlo o hacerse la vida fácil. Como lo lees: ‘fácil’, porque duramos la vida construyendo nuestro destino bajo parámetros impuestos por la sociedad. Optamos por resistirnos a las circunstancias, porque queremos que las cosas siempre resulten a nuestro favor, sin perder el miedo a equivocarnos. Y, llegado el caso, dejar partir a las personas que habían sido importantes en nuestras vidas. Un sin fin de mecanismos, sistemas y reglas creadas, pero fáciles de confrontar en un proceso que invita a liberar, soltar y entender que todo pasa, todo se reduce a un momento.

Todo debe trasformase en una oportunidad, un renacer, un descubrir…

Segundo reto: aceptar. Es cierto que se conoce a las personas en las buenas y en las malas, y que en la vida se recoge lo que se siembra. Sólo puedo decir que he sido bendecida por el amor de la familia, de los amigos que siempre han estado y de los nuevos que llegaron para quedarse. Incluso, de quienes que en el día a día alegraron nuestra vida y me alentaron a seguir.


Tercer reto: pactar acuerdos. Es difícil -pero no imposible- lograr acuerdos con personas que piensan diferente. Pero, ¿han pensado lo difícil que es lograr acuerdos con uno mismo? Abordar algunos temas que jamás creíste que tendrías que definir tan pronto. Cuando es otro quien reclama por romper los acuerdos, puedes conciliar. Pero, ¿y tú? ¿Los borras a capricho y te miras al espejo sabiendo que te has fallado a ti misma?


Cuarto: aprender. Es el resultado de cada evento que se experimenta en la vida. Es la posibilidad de poder encontrar a si misma y no terminar más perdida de como iniciaste el camino. Es cambiar el significado de la existencia. Todo debe trasformase en una oportunidad, un renacer, un descubrir… Por encima de todo lo que nos reprima, lo que nos intimide, nos influya miedo y nos rete.

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