* Desde hace un mes no se sabe dónde se encuentra.
Al finalizar la segunda semana de diciembre, Olga Amparo salió desde Génova, Quindío, con destino a Circasia, donde sus familiares, con la promesa de regresar el 28 para pasar el año nuevo con quien se había convertido en su nueva pareja y por quien se arriesgó a dejar a un hombre que la mantenía en condiciones infrahumanas.
"Ese hombre no le daba comida, ni ropa. Solo la utilizaba y la tenía en la finca como una esclava, tratándola mal”, asegura Darío Antonio, quien se convirtió en su nuevo compañero y con quien convivía en una humilde vivienda del municipio de Génova.
En esos 'ires y venires' de la vida, Darío Antonio Grajales y Olga Amparo Caro se conocieron, se enamoraron y decidieron vivir las mieles del amor. Desde julio del año pasado comenzaron a vivir juntos.
Olga se había armado de valor para abandonar a su maltratador, identificado como Jairo Zuluaga, más conocido en la municipalidad como ‘El duende’, señalado como el autor de haber herido de gravedad a cuchillo días antes a Darío.
A ella también le advirtió que si “si se iba con él, los mataría a los dos” y parecía que estaba muy decidido a cumplir lo que decía, porque las autoridades encontraron en su finca: un arma de fuego tipo changón, un garrote, un ‘chupa chupa’ y un cuchillo. Le había contado a sus vecinos que se estaba alimentando muy bien “porque necesitaba fuerzas para matar”. No fue capturado.
Las denuncias de amenaza de muerte, así como la agresión con arma blanca a Darío son investigadas por la Fiscalía de Calarcá.
Desde diciembre no se sabe nada de Olga. Darío le dijo a Ciudad Paz que Jairo, días antes a la desaparición de la mujer, había hecho comentarios como que “estaba buena para mocharle la cabeza” y “me voy a alimentar con leche y galletas para ir por la noche a hacer el aseo”.
Grajales pide que se investigue el paradero de su mujer y espera que “no esté muerta o la estén maltratando”, finalizó.