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María Águeda Gallardo Guerrero, prócer de la Independencia


María Águeda del Sagrado Corazón Gallardo Guerrero de Villamizar nació en Pamplona

el siete de febrero de 1751 y falleció el siete de febrero de 1840.

Puede decirse sin temor, que María Águeda del Sagrado Corazón Gallardo Guerrero de Villamizar es considerada la única mujer prócer de la Independencia de Colombia. Nació en Pamplona (Hoy Norte de Santander), el siete de febrero de 1751. Dama aristócrata y patriota criolla.[1]

En su partida de bautismo se lee que fue hija de don José Gallardo de la Reina y Rosa Guerrero Vela. En 1767 contrajo matrimonio, a la edad de 16 años, con el noble don Juan Antonio de Villamizar y Peña, de cuyo matrimonio existieron diez hijos, tres de ellos militares del ejército patriótico,(José María, Isidro y Bruno Villamizar Gallardo), al cual contribuyó generosamente mediante aportes económicos con su fortuna familiar, uno de sus hijos don José María Villamizar Gallardo, llegó a ser Presidente del Estado Soberano de Santander. Además de sus hijos, otros miembros de su familia demostraron ideales a favor de la causa patriota: uno de sus hermanos, el sacerdote Antonio Ignacio Gallardo y Guerrero, quien fuera rector del colegio del Rosario, fue firmante del Acta de Independencia de Santafé, el 20 de julio de 1810.

Don Juan Antonio se desempeñó en varias oportunidades como Teniente Corregidor de la Provincia de Pamplona y Alcalde de la Santa Hermandad de San Pedro, una de las más importantes de América. Fue sargento del ejército comunero, Corregidor y Justicia Mayor de la Provincia. Pertenecía a una de las familias más adineradas de la región.

María Águeda del Sagrado Corazón Gallardo Guerrero de Villamizar.

Hay que recalcar que la matrona pamplonesa en ningún documento aparece con el apellido de Villamizar. Este error se empezó a cometer muchos años después de fallecida. En todos los documentos originales que reposan en los diferentes archivos de Pamplona, se menciona como Águeda Gallardo Guerrero.

En 1795, Pamplona obtuvo el rango de Provincia del Nuevo Reino de Granada y su capital era la Ciudad de Pamplona, bajo la autoridad de un Corregidor.

En 1808 llegó a Pamplona como gobernador don Juan Bastús y Faya, caballero catalán, abogado de profesión, quien quiso cambiar las costumbres de la población y la forma de vestir de los cabildantes, quienes asistían a las sesiones en alpargatas, sombrero y ruana. Ésta última prenda era considerada antihigiénica porque facilitaba la acumulación de pulgas y estaba prohibido usarla. Para ese tiempo, entre otros miembros del Cabildo de Pamplona, ejercían dichas funciones dos de los hermanos Gallardo Guerrero, quienes fueron reacios a aceptar las imposiciones de Bastús y ahí comenzaron las desavenencias.

Dice el historiador Luis Eduardo Páez Courvel en su obra ‘Precursores, Mártires y Próceres santandereanos en la Independencia de Colombia’ que en la residencia de doña Águeda comenzaron a realizarse tertulias, cuyo tema central era La Independencia. También lo corrobora don Luis Febres Cordero en su libro: ‘Del Antiguo Cúcuta’. Los criollos residentes en nuestra ciudad comenzaron a leer y a discutir en esas reuniones ‘Los Derechos del Hombre y del Ciudadano’ y el ‘Contrato Social’ de Jean-Jacques Rousseau, documentos que había dejado intencionalmente el general Antonio Nariño en la residencia de un hermano de doña Águeda.

29 DE JUNIO DE 1810 EN PAMPLONA

Un grupo de ciudadanos y personalidades encabezadas por doña María Águeda Gallardo salieron con música a la Plaza Principal, la noche del 29 de junio para celebrar la festividad de San Pedro, patrono de la importante cofradía que llevaba su nombre.

Se encontraban departiendo con gran alborozo, cuando se presentó el Corregidor Bastús, quien ordenó la suspensión de la fiesta y el regreso de todas las personas a sus casas, no sin antes discutir con la señora Gallardo, quien era la responsable de tamaña desobediencia. Cualquier actividad, por pequeña que fuese, tenía que ser autorizada por el mandatario, quien, obviamente, se sintió burlado. Encolerizado, disolvió la celebración.[2]

Al día siguiente de los hechos corrió el rumor de que mediante Decreto se ordenaría el apresamiento de doña Águeda y la incautación de sus bienes por considerar el acto de la noche anterior, como asonada.

Inmediatamente, sus hermanos y familiares organizaron la partida de la dama, quien sigilosamente salió de la ciudad para refugiarse durante unos días en una de sus haciendas de La Garita.

EL 4 DE JULIO DE 1810 EN LA CIUDAD DE PAMPLONA

“Versión oral que ha trascendido sobre la Independencia de Pamplona:

El cuatro de julio de 1810, cinco días después de los hechos ocurridos en la fiesta de San Pedro, se encontraron en la Plaza Principal de la ciudad don Juan Bastús y doña María Águeda Gallardo Guerrero. Entablaron una acalorada conversación y ante las insolentes palabras del mandatario, la aguerrida dama arrebató el bastón de mando que sostenía el Corregidor Bastús en su mano. Inmediatamente, la gente se amotinó alrededor apoyando a la señora Gallardo Guerrero. Rodearon al mandatario y el pueblo enfurecido lo condujo preso al segundo piso de la Casa del Cabildo”.[3]

REACCIÓN DE LOS PAMPLONESES

Reducido Bastús a prisión se amotinó un grupo de personas de todas las clases sociales solicitaron Cabildo Abierto; se conformó la Junta Revolucionaria, se organizó el Batallón de Milicias, se envió comunicación a todos los cabildos sobre los hechos ocurridos en Pamplona, rechazando este valiente acto, el pueblo de Girón manipulado por el cura Eloy Valenzuela.

El 31 de julio de ese mismo mes y año se firmó en la casa del antiguo colegio de los jesuitas el Acta de Independencia, se reemplazaron las autoridades españolas y esa memorable noche se recibió la noticia del levantamiento ocurrido el 20 de julio en la ciudad de Santafé, noticia que llenó de alborozo a los ciudadanos.[4]

El cuatro de julio de 1810, cinco días después de la celebración de la Cofradía de San Pedro que había sido prohibida por el corregidor, doña Águeda –a la edad de 60 años, en un acto simbólico en contra de la corona española– le arrebata el bastón de mando al Gobernador del Nuevo Reino de Granada, el catalán Juan Bastús y Falla, quien luego lo quiebra con sus manos en señal de claro descontento y rebeldía, bajo la mirada y aprobación generalizada de los pamploneses.[5] Tras este hecho se suscitan una serie de acontecimientos que culminaron con el denominado Grito del 20 de julio. Fue Simón Bolívar quien calificó a Pamplona como «Ciudad Patriota».

Luego de la heroica gesta realizada por Águeda Gallardo, sin embargo, debido al riguroso sistema de sociedad de patriarcado imperante en aquella época, no figura en el Acta de Independencia redactada para la ocasión, por el solo hecho de ser mujer. Sin embargo, si esa situación hubiese sucedido en Santa fe de Bogotá, el montaje teatral del florero, hubiese sido innecesario y, tal vez, la exaltación de ánimos hubiese sido mayor, con el impacto que en la sociedad pamplonés suscitó el arrojo de esta dama santandereana.

La casa de la familia de Águeda fue construida durante la segunda mitad del siglo XVI.

Murió en su residencia particular de la ciudad de Pamplona en 1840, a la edad de 89 años.

Su casona se conserva como parte del patrimonio histórico y cultural. Fue adquirida por Inmuebles Nacionales bajo el mandato del presidente de la República Virgilio Barco Vargas (1986-1990), mandatario que dedicó muchos de sus esfuerzos para conservar el patrimonio histórico de la Nación.

La casa fue rebautizada como 'Casa Águeda Gallardo',[6] de la misma manera, en su honor, en el centro de la ciudad, se encuentra el «Parque Águeda Gallardo».

@ALBHOGARC

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[1] Corporación Vía Pamplona (29 de junio de 2011). ‘Pamplona: 201 años de independencia’. «Doña María Águeda Gallardo de Villamizar: heroína y prócer independentista».

[2] ‘Semillas de Igualdad, Maria Agueda Gallardo Guerrero’. Consultado en: semilladeigualdad.blogspot.com/2012/02/maria-agueda-gallardo-guerrero.html

[3] Valero Álvarez, María Clara. Citado por Instituto de Cultura y Turismo de Pamplona: ‘Doña María Águeda Gallardo Guerrero. Prócer de la Independencia de Pamplona y de Colombia'. María Clara Valero Álvarez es Presidenta de la Academia de Historia de la ciudad de Pamplona.

[4] Cámara de Comercio de Pamplona. Consultado en: www.camarapamplona.org.co/camara2/node/493

[5] Consultado en: guadagallargo1102.blogspot.com/p/grito-de-indepedencia.html

[6] Universidad de Pamplona. «Reseña Histórica - Casa Águeda Gallardo de Villamizar». Consultado el 12 de junio de 2013.

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