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Vendaval


Yo si estoy completamente de acuerdo con el presidente del Senado de la República, el grandilocuente Ernesto Macías, que aboga por adelantar una investigación a fondo en la que participen todos los organismos de seguridad del Estado que nos permita establecer cuáles fueron los 'CHAMANES' que el pasado siete (7) de agosto, a través de sus artes, lograron modificar el clima a partir de las tres de la tarde con el fin de pegotearse la posesión del actual Presidente.

Necesitamos con urgencia conocer dichos nombres, pero no para adelantar en contra de ellos juicios de responsabilidad, sino por el contrario promoverlos para que sean nombrados como altos asesores del Gobierno que ayuden al manejo del clima y de esta forma favorecer las cosechas, lograr que llueva donde se necesita; que deje de llover donde las inundaciones han causado tantas catástrofes y, en especial, para que AVIANCA no siga argumentando problemas climáticos para la cancelación diaria y reiterada de sus vuelos.

Lo ocurrido en materia climática esa tarde del martes siete de agosto, en la Plaza de Bolívar, durante la posesión de Iván Duque, era una premonición de lo que iba a ser el inicio de este Gobierno: un verdadero 'VENDAVAL' que arrasó no sólo con los peinados de las señoras 'bien' que asistieron a la ceremonia sino además con las ilusiones que muchos albergaban con este nuevo Gobierno.

Empecemos con ese aguacero de verborrea que fue el discurso de Ernesto Macías durante el acto de posesión en su condición de Presidente del Congreso. Ese discurso se recibió muy mal, en muchos medios de la opinión pública. Se aduce por muchos de ellos que las cifras allí presentadas no corresponden con la realidad y otros argumentan que no era el espacio apropiado para esa clase de discursos, ya que mas que encarar el futuro con esperanza lo que hizo el señor Macías fue una acto de revanchismo.

En lo personal, pienso que dicho discurso opacó lo verdaderamente esencial de ese día y era que llegaba al poder un hombre joven que ya había dicho por todos los medios que no iba a gobernar con retrovisor y cuando el Presidente del Congreso, miembro del mismo partido del Presidente que se estaba posesionando, pareciera que nada le importaba dicha manifestación cuando procedió a presentar un discurso mediante el cual envió un mensaje a la opinión pública y vedado al novel presidente. Es que allí son ellos los que mandan y son lo que establecen qué temas se tocan y cuáles no.

Pero si lo sucedido en la Plaza no fue poco, lo ocurrido minutos después en uno de los salones privados del Congreso es en nuestro concepto mucho más grave. Por una infiltración de una periodista de Noticias Uno se pudo saber que el máximo líder del Centro Democrático, Álvaro Uribe Vélez, no censuró ni rechazó el discurso de Macías, sino por el contrario manifestó que dicho discurso “era necesario”. Con semejante aval quedó saldado a favor de Macías el impasse.

Pero ahí no pararon las cosas. Podemos decir que con el paso de los días, en materia política, se fueron intensificando de tal forma que pasamos de vendaval a huracán. Veamos sólo unos pocos ejemplos.

Ha caído muy mal al interior del partido de Gobierno, el Centro Democrático, algunas decisiones que ha tomado el Gobierno de Iván Duque en materia de nombramientos de altos cargos. A la fecha van mas de 17 nombramientos o ratificaciones de funcionarios que venían del pasado gobierno de Santos, situación esta que para muchos 'furibistas' es incomprensible teniendo en cuenta que la consigna era barrer con todo lo que se relacionara con dicho presidente a partir del siete de agosto. Pero, al final no fue así.

El tema de la cúpula militar ha causado también mucha indignación y rabia a un grupo de dichos 'furibistas' acérrimos, ya que consideraban que dicha cúpula no podía permanecer ni un minuto en el actual gobierno. ¡Oh sorpresa! Completamos un mes del actual gobierno y la cúpula militar que venía en ejercicio sigue acompañando al actual Presidente y al parecer, por lo que se nota, esta irá por lo menos hasta diciembre, época en que se realizan los cambios y ascensos en las Fuerzas Militares, si no es que son ratificados.

Este tema ha causado, como dijimos, mucha indignación entre las huestes de dicho partido de Gobierno, tanto así que ya se escuchan voces criticando agriamente a Iván Duque y diciendo que habían vuelto a traicionar a su mentor y guía el senador Álvaro Uribe Vélez. Pero las cosas no paran ahí y la tormenta perfecta se sigue configurando.

El tema de la Consulta Anticorrupción también creó una gran división entre los que están con Iván Duque y aquellos que siguen a Álvaro Uribe Vélez. Éste había manifestado antes de la fecha de elección que apoyaba dicha consulta, pero sin rubor alguno empezó días previos comenzó a desligarse de la misma, tanto que al final se opuso abiertamente a dicha consulta e invitó a sus seguidores a no votarla.

Por el contrario, Iván Duque desde la campaña y ya como Presidente en ejercicio, manifestó su respaldo a dicha consulta y todos pudimos ver como el pasado 26 de agosto salió y votó, desconociendo así el llamado realizado por el jefe de su partido.

Dicha posición no solo causó gran malestar al interior del partido de gobierno, sino que desmarcó al actual Gobierno de dicho partido, ratificando lo dicho por la vicepresidenta Martha Lucía Ramírez, cuando manifestó: “una cosa era el Centro Democrático y otra era el Gobierno que ellos presidian”. Consideramos que con esa rebeldía ganó el presidente Duque ya que si bien no se alcanzó el altísimo número de votos que se requerían para que la consulta pasara, el hecho de haber obtenido mas de once millones seiscientos mil votos, entre ellos el de Duque, demuestran que existe un gran número de colombianos que quieren que la corrupción se acabe y que estarían dispuestos a apoyar al actual Presidente para tal fin, dándole de esta forma la gobernabilidad que necesitaría si en algún momento su partido se la negara.

Pero ahí no paran las rupturas, otro efecto que tuvo la mencionada Consulta anticorrupción fue la gran convocatoria que a todos los grupos políticos realizó el Gobierno Nacional con el fin de lograr acuerdos de cómo se tramitarían en el Congreso de la República, con mensaje de urgencia, las preguntas que habían hecho parte de la consulta anticorrupción.

Pues a dicha convocatoria, el Gobierno liderado por Iván Duque consideró que era necesario invitar a los miembros de la Farc. Vimos que el pasado miércoles 29 de agosto, por la puerta de la Carrera 8 del Palacio de Nariño, Rodrigo Londoño -alias Timochenko- y a Carlos Antonio Lozada entraron muy sonrientes y animados .

Este hecho, de ver entrar al Palacio de Nariño a estos dos representantes de la otrora guerilla de las Farc causó rabia, indignación y mucho malestar a los miembros del partido Centro Democrático, muchos de ellos tildaron a Duque de traidor, de miembro agazapado de la izquierda y de muchas cosas mas que son impublicables. Pero el hecho cierto es que estuvieron en Palacio y fueron bien recibidos.

¿Son o no estos ejemplos, que hemos citado hasta ahora, la demostración que hemos vivido un verdadero vendaval político desde el mismo momento en que se posesionó el presidente Duque?, pero ahí no para todo lo sucedido en tan corto tiempo, veamos otros ejemplos.

Nadie dudaba que con el nombramiento en la cartera de Hacienda de Alberto Carrasquilla volveríamos a revivir momentos muy difíciles de política económica, teniendo en cuenta el modelo que dicho ministro representa y respalda abiertamente, pero lo que no nos alcanzábamos a imaginar era que se presentarían de forma tan inmediata como se está haciendo.

En no más de tres semanas los colombianos nos hemos visto enfrascados en discusiones como la del Sisbén para los ricos, la ampliación de la base de contribuyentes en materia de impuesto a la renta, la de gravar a las personas naturales y exonerar a las personas jurídicas y la de gravar con IVA todos los productos de la canasta familiar.

Muchas de estas propuestas del ministro Carrasquilla fueron abordadas por el presidente Duque en campaña, pero para decir que se oponía a las mismas y que nos las permitiría bajo un Gobierno suyo. Hoy, los colombianos ven con sorpresa que al parecer no va a ser así y que dichas propuestas serán implementadas.

No hay nada que mas le duela al colombiano y es que lo graven con mas impuestos y contribuciones. Allí radica la rabia que muchos le tienen a Santos, ya que éste dijo que firmaba en mármol que no subiría los impuestos y luego con el tiempo le tocó hacerlo.

Pues bien, al parecer este Gobierno va a incrementar los impuestos, va a poner a pagar impuestos a muchos que no lo hacían y va a castigar tributariamente más a la persona natural que a la jurídica y esto hace que ya exista mucho malestar y rabia del colombiano promedio en contra de Duque y su Ministro de Hacienda.

Es decir, tampoco está quedando bien con muchos colombianos que votaron por él sin ser militantes del partido Centro Democrático, pero que estaban de acuerdo con muchas de las propuestas presentadas por este en época de campaña, como por ejemplo el tratamiento de la dosis personal de estupefacientes.

Por último, tenemos la posición que adoptó el presidente Duque frente a la elección del nuevo Contralor General de la República, que fue muy clara. No interfirió en dicho proceso y se negó a dar un guiño por cualquiera de los que concursaban.

Con esa postura, por demás la correcta y la que corresponde a la separación de poderes sobre la que se sustenta un Estado de Derecho, perjudicó gravemente los intereses de uno de los más opcionados para ocupar dicho cargo: el señor José Félix Lafaurie, quien era el candidato escogido, en principio, por el Centro Democrático.

Al no querer participar en el proceso, el Presidente de la República le dio vía libre a todos los sectores políticos que lo acompañan para que, de una forma libre, procedieran a escoger al Contralor del grupo de los diez candidatos que habían logrado pasar todos los filtros que se habían dado hasta ese momento, dejando en abierta desventaja al señor Lafaurie.

Tanto fue así que al final fue escogida otra persona diferente a Lafaurie, quien no alcanzó ni siquiera a tener todos los votos de la bancada del Centro Democrático que tiene asiento en el Congreso.

Si bien en público el señor Lafaurie ha aplaudido la posición tomada por el Presidente frente a dicha elección, existen voces al interior del partido que hablan de lo sucedido manifestando que dicha situación creó grandes fisuras en las relaciones entre un sector de dicha bancada con el presidente Duque y que tarde o temprano su no injerencia le será cobrada con creces.

Así pues, este escaso mes del gobierno de Duque ha demostrado que los fuertes vientos que se presentaron en la Plaza de Bolívar el día de la posesión, en vez de amainar por el contrario han arreciado y se encuentran más fuertes y con muchas posibilidades que desemboquen en una catástrofe, si bien no climática si de carácter político.

Por el bien del país y del Presidente esperemos que dicho vendaval termine y para tal fin se debieran contratar a unos 'CHAMANES', que son buenísimos y ya demostraron su efectividad.

@DAGRAMAR2010

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