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Inquietudes familiares


Alias 'Santrich' y Marlon Marín no completan una semana en los calabozos del búnker de la Fiscalía y ya son protagonistas de cataratas de tinta y millones de minutos en los medios. Todo el mundo opina y teoriza sobre su pasado, presente y futuro, adivinando su suerte y escarbando sus orígenes.

Ya está claro que entre el negocio de las 10 toneladas de cocaína destapado por la DEA y el favorecimiento con los contratos de los Fondos para la Paz que venía investigando la Fiscalía, hay un vaso comunicante: Marlon, el sobrino de Luciano Marín, alias 'Iván Márquez', quien casi lo niega. Sobre todos flota la sombra de la extradición a Estados Unidos. Incluido el tío, por supuesto.

En el campo del gobierno ya han rodado algunos mandos medios que, con excepción de la doctora Ospina, seguramente han sido instrumentos útiles para articular una estrategia más amplia, que se anticipa desconocían.

Este escenario repleto de ojos llorosos y rechinar de dientes es demoledor para las Farc, pero en mi escéptica opinión parece demasiado simple y genera más interrogantes que juicios certeros. Veamos:

¿Por qué todo el entramado iba a ser descubierto coincidiendo con la visita del presidente Trump, a un mes de la primera vuelta de elecciones?

¿Por qué la respuesta inicial de Juan Manuel Santos privilegia el beneficio de la duda y la legalidad de los procedimientos, por encima de una manifestación clara hacia la persecución y sanción de esos delitos?

¿Es coincidencia que Santos y De la Calle repitan el mismo libreto en sus respectivas entrevistas, con las mismas palabras?

¿En serio alguien cree la absurda hipótesis de que las 10 toneladas de coca es un negocio personal y de paso niegan la evidente “empresa criminal”?

¿Por qué la mirada lacrimosa de 'Iván Márquez' en la rueda de prensa, mientras 'Pastor Álape' aparece discretamente escurrido en su silla esquinera y en segunda fila? ¿Desconocía la fricción entre 'Pastor' y su sobrino Marlon?

¿Si el recurso diletante de la revisión previa de la JEP, que según su presidenta alarga 120 días el procedimiento y excluye todo lo demás, sirve para 'Santrich' y Marlon, por qué los otros dos capturados ni siquiera esperaron que se resolviera el Habeas Corpus interpuesto por el abogado de 'Santrich' y de una pidieron su extradición exprés?

¿Y por qué la magistrada presidenta de la JEP reclama competencia para hacer un trámite que todavía no ha sido reglamentado? ¿Su tiempo como juez y magistrada no le enseñó que las normas y términos procesales son expresas, taxativas y perentorias?

¿Por qué el vicepresidente Naranjo y el secretario Prada salen a contestarle con altanería a los embajadores por lo de los contratos, mientras guardan silencio con lo de la coca? ¿El ex Director de la Sijín no tiene nada que decir distinto a la original propuesta que hizo en Vena ante la UNDOC?

¿Por qué en las llamadas interceptadas por la Fiscalía, en el marco de la investigación de los contratos, se hacían unas muy pedagógicas y evidentes referencias a carteles mexicanos? Los gringos tienen 14.000 llamadas grabadas, según parece llenas de contenidos mas precisos.

¿Por qué la visita del vicepresidente Pence es tan fugaz que ni siquiera dejan enfriar las turbinas del avión y vuelve y arranca? ¿Qué más nos trajo?

En otro tema, el doloroso caso de los periodistas ecuatorianos ejecutados y que aún permanecen desaparecidos genera más preguntas:

¿Si la idea era canjearlos, por qué y para qué los asesinaron?

¿Cual es la relación entre alias 'Guacho' y otros miembros del secretariado de las Farc que estuvieron en esa área durante el proceso, como 'Romaña'? ¿Acaso no lo conocían? ¿En serio 'Guacho' se convirtió en jefe de un día para otro a los 29 años y comanda entre 300 y 1.200 hombres?

¿Qué pasa con el vídeo que circuló en redes donde se muestra la cruel y alevosa ejecución de la mujer que presuntamente tomó las fotos de los cadáveres de los periodistas y nadie ni menciona ni desmiente?

Lo cierto es que la extradición de 'Santrich' y 'Marlon' la decidirá la Corte Suprema de Justicia después de la posesión del nuevo presidente el 7 de agosto, lo cual no deja un tufo inquietante teniendo en cuenta algunas decisiones anteriores en las cuales la Corte la negó privilegiando “la paz y la verdad” por encima de evidencias abrumadoras.

En conclusión: ¿Cómo y hasta dónde impactan estos escándalos las próximas elecciones? Aún es difícil anticiparlo: hacen falta actores y piezas en el escenario y las entregas continuarán a cuentagotas. Habrá que esperar.

Mientras tanto, alguien lúcido sugirió en redes que las elecciones no las ganan los votos sino los escándalos. Y tiene razón, ya lo vimos hace cuatro años.

Ñapa: ¿Los refritos de Semana también son “coletazos” del conflicto?

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