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Debate político de bajo perfil:  Todos contra Colombia Humana


El actual debate con una prole de candidatos y candidatas que luchan por arribar a la primera magistratura del país, cuyos adláteres recorren pueblos, villas y las grandes urbes colombianas, más bien parece una pelea de malos vecinos, lleno de insultos y contumelias, que a cada momento tratan de sacar al aire los trapos sucios inexistentes a la Colombia Humana, y que de alguna manera muestra el bajo perfil de los protagonistas y el poco conocimiento que tienen del juego de las ideas y del discurso político para defender las ideologías que representan.

La hornada de candidatos de partidos y movimientos políticos tradicionales, que respecto al manejo de los bienes públicos no tienen ninguna diferencia, recorren el país y como los antiguos pregoneros vendedores de maní, gritan y vociferan un discurso, anacrónico, falaz, demagógico y difamante, prometiendo, algunos lo que no hicieron y hablando de cosas que ya hicieron en perjuicio de la sociedad y en beneficio de unos pocos privilegiados.

A través de los medios se ha tratado de confrontar y de vender dos corrientes ideológicas, caducas y obsoletas, como son candidatos de izquierda y candidatos de derecha, como si estuviesen en el ágora de la Revolución Francesa, cuando se dirimía si se creaba el Comité de Sanidad Pública y se aplicaba la guillotina a la prepotente realeza y a sus seguidores por haber reprimido al pueblo francés desde hacía más de tres centurias.

Es notorio en los candidatos actuales que emergieron de las catacumbas de los partidos tradicionales, candidatos que han pelechado del sistema y buscan seguir con la teta que tuvieron en el pasado, tratan de soslayar temas tales como derechos de las minorías, calidad de vida, participación, igualdad, el derecho fundamental a la salud y la defensa del medio ambiente, que son entre otros temas de la Colombia Humana.

Pero mientras Petro, con sus discursos persuasivos, le habla con el corazón a Colombia, a la Colombia Humana, a la Colombia que asiste y llena las plazas públicas, a escucharlo con esperanzas y le habla de lo que necesitan y lo que se puede hacer por el bien de la sociedad, y el pueblo se aglomera emocionado, los otros, los otros candidatos, unidos por sus intereses, reúnen a su prole a hablar solo del contrincante. Del único contrincante que enfrenta la gavilla de candidatos que emergió de las toldas de los partidos tradicionales.

El candidato de Colombia Humana debe haber leído más de una vez obras tales como Ilíada, Odisea, Anábasis o Ciropedia, en que algunos capítulos están dedicados a enseñar al futuro gobernante es un asunto de vital importancia que determina, además de la manutención del poder y la correcta administración de una sociedad, la continuidad de un proyecto político. Y lo que es mejor vencer y arrumar obstáculos y talanqueras anquilosadas y represadas en el alma colombiana por muchos años debido a la represión, ideológica y material, con el Don que Dios le dio: La palabra.

El escenario de la Política se nos presenta como esas antiguas películas del far west, donde la delincuencia la encabezan las autoridades, el banquero, el cura, el juez, el sheriff y todos están bajo el ala del soborno del rico ganadero y todos se unen para atacar al pistolero que cierta tarde se presentó y descubre los crímenes que cometen contra la inerme población.

En nuestro país, el debate ideológico, el debate se cierne en poner un tatequieto en el manejo y apropiación de los bienes y recursos del Estado por parte de grupos de personas o grupos de personas metidos en las toldas de grupos políticos tradicionales.

El debate es sobre los privilegios que tienen unas pocas familias que en el país se benefician de administrar los dineros destinados a la salud, la educación las vías, por ejemplo.

Pero mientras el debate político de muy bajo perfil, continúa, y especialmente la cáfila de candidatos del Establecimiento se lanzan unidos por sus intereses contra Petro, el candidato avanza venciendo las adversidades y recibiendo el apoyo espontáneo de una Colombia Humana que desea, por primera vez reivindicar sus Derechos en los dos siglos que lleva de vida republicana.

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