top of page

Sociedad sordo muda


Colombia es un país muy rico en recursos naturales y afluentes hidrográficas, estos enclaves llamados 'fábricas de agua” están ubicados en la cordillera de los Andes destacando que solamente están por fuera de esta cadena montañosa los de la Sierra Nevada de Santa Marta. La totalidad de los páramos cubren alrededor de 2´906.137 hectáreas, un tres por ciento de la superficie del país.

Los páramos proveen el 70 por ciento de agua del país y desde 1974, se promulgó el Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y de Protección del Medio Ambiente en el cual se sentaron las bases para proteger el ecosistema, mismo que hace referencia la Constitución de 1991 en los derechos del medio ambiente; sin embargo y curiosamente, es en este gobierno en el plan de desarrollo 2010-2014 donde se especificó la prohibición de la minería en páramos, pero en el plan de desarrollo 2014-1018, el mismo gobierno le hace una modificación al texto para permitir la minería en paramos con títulos de antes de febrero de 2010.

El discurso confuso del presidente lo hace ver que va más por intereses personales que por los intereses de la población y en una democracia se supone que el gobierno es elegido por el pueblo y para administrar los recursos del pueblo que lo elije, trabajar en pro del mantenimiento y desarrollo de las regiones sin distinciones y basándose siempre en la lealtad tanto con sus electores como con la naturaleza, ya que de ella depende el futuro de sus habitantes.

En Colombia, somos felices así, aquí siempre hemos vivido de esta manera, aquí nada cambia y si seguimos por este rumbo, nada cambiará, por que como diría Shakira, este pueblo “ya no entiende de consejos, ni razones, se alimenta de pretextos y le faltan pantalones”. Sí, es verdad, nos faltan pantalones para reclamar lo que nos pertenece.

Es verdad que el impuesto al uso de bolsa plástica es necesario para evitar la contaminación y generar conciencia de reciclaje para proteger nuestro mundo, es una necesidad porque el colombiano se concientiza de su realidad cuando se le toca el bolsillo, pero en incoherente el discurso del gobierno cuando se grava impuesto al uso de bolsa plástica y por otra parte se están entregando las fábricas de agua para la explotación minera.

Que el presidente Juan Manuel Santos venga con el cuento que Emiratos Árabes hace una gran 'donación' para el posconflicto y a los pocos días anuncie que entregará el páramo de Santurbán para minería, es otra de las farsas de un gobierno por el cual no me siento representado. Uno puede estar en contra o a favor de su gobierno, pero ¿cómo explicarle a las generaciones venideras que vendimos el alma por un plato de lentejas?

Ninguna donación por millonaria que sea, devolverá a los colombianos y a los santandereanos el agua que les quitará la explotación minera en Santurbán. Bucaramanga tiene el alcalde que deberíamos tener como presidente, un señor comprometido con la defensa de lo público y del medio ambiente, a quien tratan de tildar desde el gobierno central de ser populista ambiental, por oponerse a la explotación minera en Santurbán. El gobierno Nacional afirma que el proyecto de Minesa está por fuera de la delimitación del páramo, pero no explica las afectaciones que tendrá a futuro esta explotación.

Mientras tanto los colombianos están opinando sobre las novelas de los canales privados y sobre el mundial de fútbol que se avecina, pero como no estamos asentados directamente en los municipios cercanos al páramo del cual se pretende extraer oro y otros minerales, entonces hacemos caso omiso y nos volvemos sordos y ciegos, a sabiendas que el daño ambiental será catastrófico.

Un llamado a los colombianos de bien para que apoyemos los procesos de protección ambiental, no solo en Santurbán, sino en otros lugares donde el gobierno está interviniendo para favorecer a las multinacionales, sin importar los daños ecológicos irreparables, todo en nombre de la paz, ocho años con el mismo discurso y mintiéndole a los colombianos que aún siguen bajo esa estrella de incertidumbre que cada vez alumbra menos. Si esta sociedad sigue así “bruta, ciega, sordomuda, torpe, traste y testaruda” nos quedaremos sin agua, y esperando a que llueva, que es lo único que viene del cielo.

Para finalizar una reflexión ¿si ha sido tan bueno el gobierno de Juan Manuel Santos, ¿por qué ningún candidato a la presidencia quiere entrar con su bandera? ¿por qué nadie quiere ser el aval de Santos a las presidenciales?, ¿ni siquiera Vargas Lleras, quien fuera su vicepresidente, quiere seguir su ‘legado’?

Que viva la paz, que viva la vida…

bottom of page