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‘Esa tal democracia no existe’


Los partidos políticos están basando sus campañas con el discurso de la ‘venezolización’ de Colombia, con la tesis de que si llega al poder un partido o una ideología de izquierda sería el fin de la democracia y la unificación de los poderes que entrarían a ser parte del mandatario oficial.

Definición de democracia según la RAE:

1. f. Forma de gobierno en la que el poder político es ejercido por los ciudadanos. (…) 3. f. Doctrina política según la cual la soberanía reside en el pueblo, que ejerce el poder directamente o por medio de representantes. 4. f. Forma de sociedad que practica la igualdad de derechos individuales, con independencia de etnias, sexos, credos religiosos, etc. Vivir en democracia. U. t. en sent. fig.

Bueno, teniendo en cuenta que la democracia es el poder político ejercido por los ciudadanos y que, al mismo tiempo, la doctrina política reside en ellos y ejercen el poder directamente por medio de sus representantes y que respetan las libertades de los demás etc, etc. Cabe preguntar entonces ¿en cuál democracia vivimos?

Los candidatos, en su mayoría, ejercieron cargos en el gobierno actual. Germán Vargas Lleras en la vicepresidencia, Clara López en el ministerio del Trabajo, Humberto de la Calle encabezó los diálogos del gobierno con la guerrilla de las Farc y los demás con amplio recorrido político procedentes de gobernaciones y alcaldías, pero en su mayoría de derecha. El único candidato de izquierda al que le temen los demás es a Gustavo Petro Urrego, quien –entre otras cosas– trabajó por la equidad de los menos favorecidos en la capital de los colombianos, pese a la persecución política que sufrió por parte de Alejandro Ordoñez –entonces procurador general de la Nación–, de derecha y quien está buscando techo en algún partido, eso sí, diferente al de La U, porque también su salida de la Procuraduría pudo darse desde el gobierno central, pues él era un obstáculo para la implementación de los acuerdos con los militantes farianos.

Hablar de esa palabra tan bonita y que la Real Academia de la Lengua Española define de una manera tan espléndida que pareciera que nosotros los gobernados nunca la leyéramos o analizáramos. Tenemos el poder y lo dejamos en manos de personas sin escrúpulos que lo ejercen a nuestro nombre para beneficios personales.

Si el miedo de la mayoría de los colombianos es que perdamos el poder y que nos volvamos una Venezuela, les tengo una mala noticia “esa tal democracia, no existe”. Si así fuera, en Colombia se respetarían las decisiones del pueblo, y las elecciones del plebiscito son la mayor muestra de ello. El Presidente se pasó por la faja la decisión del pueblo y por medio de la mal llamada mermelada, compró a la mayoría de los congresistas, a los mismos que tiene aprobándole lo que él quiera o vea conveniente para su beneficio, sin mirar para abajo, al pueblo que le dio el poder para que lo ejerciera a nombre de todos y no en beneficio personal.

Por otra parte, en Bogotá los ciudadanos se unieron y crearon cuatro grupos de recolección de firmas para convocar al referendo revocatorio del alcalde mayor Enrique Peñalosa, estas que debían ser 240.000 firmas válidas a la hora de la verificación, los comités radicaron 706.708 firmas y luego de la verificación fueron avaladas 473.700. Estas duplican el número exigido por la Registraduría para convocar a elecciones, sin embargo, el CNE tiene trancado el proceso y la voz del pueblo deja de sonar. Nuevamente “esa tal democracia no existe”.

Entonces, ¿cuál es el miedo de los colombianos? Si les gusta Vargas Lleras les aconsejo que vayan ahorrando para una armadura, porque esta vez los coscorrones no serán sólo para uno, si llega a la presidencia el golpe será para todos. Claudia López tiene la capacidad y el conocimiento del país, pero no es, ni verde, ni de izquierda, tampoco de derecha, ella va hacia donde la lleven las olas y en un país lamentablemente machista no le darán la oportunidad a una mujer de llegar a ese cargo, que entre otras cosas no es para nada envidiable y menos le será posible por su orientación sexual, entonces ¿de qué democracia estamos hablando?

A Gustavo Petro, los partidos tradicionales y los medios de comunicación le darán la ‘pela’ hasta debilitarlo y seguramente le harán creer a los colombianos que el único camino es Vargas Lleras, un político que se ‘apartó’ de Cambio Radical, pues su partido ha venido siendo cuestionado porque un gran número de sus dirigentes se ha visto envuelto en actos de corrupción, pero al mejor estilo de navegante indeseado es el primero en abandonar la barca. Algunos dirán que Vargas Lleras dio casas, visitó, caminó… Contarán qué hizo y qué promete… En fin, lamentablemente, la memoria de los colombianos es a corto plazo y mañana nos estaremos lamentando de otro gobierno.

La política es una maravilla. Lo malo de la política son los políticos que se especializan en oratoria, con discursos que convencen al pueblo incauto que se deja llevar por los senderos que el orador quiere.

“El auténtico político es aquel que, allende cualquier mejora social, actúa sobre el alma misma de sus conciudadanos para producir una revolución moral”. (Platón y la política Socrática).

Ojalá los colombianos con poder de elegir, tomemos conciencia y empecemos a leer el entorno político. ¿Qué le conviene o no al país?, ¿qué es bueno para las futuras generaciones? Porque lo que hagan los gobiernos cimentará lo que será el país del mañana.

Debemos aprender más sobre democracia, entender que el poder nos pertenece, debemos ser firmes para defender lo que tenemos y ser más partícipes en las decisiones del gobierno, exigir que se respeten nuestros ideales y que podamos decidir sin temor a que se nos arrebaten nuestras decisiones en cuestiones de gobierno.

No estoy a favor ni en contra de ningún candidato, solo estoy a favor de la verdadera democracia, que por estos tiempos está de paseo, porque en mi amada Colombia, brilla por su ausencia.

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