top of page

La verdadera Paz


Muchas personas no han entendido que es ‘construir la paz’. Piensan que la paz y la reconciliación solamente tienen que ver con ‘Silenciar los fúsiles’, ‘Dejar de Disparar’ y ‘No matarse unos a otros’. Están convencidos que los que se tienen que reconciliar están lejos, en las selvas, no los toca esa realidad. Para ellos el debate de la paz es una discusión ajena, que se da entre los que se ‘bolean’ bala y nada tiene que ver con el entorno de las grandes ciudades. La PAZ no es cercana a ellos.

En el caso de Bogotá es paradójico ver al alcalde Peñalosa diciendo en los medios que apoya de manera irrestricta el ‘Proceso de Paz’, que Bogotá y su administración están absolutamente ‘comprometidas’ en la construcción de la Paz, mientas toma constantes medidas ‘impopulares’ (que no gustan a la población o a la mayoría de gente) y ‘antipopulares’ (en contra de la población). Esto se ve demostrado cada día cuando vemos que la formulación e implementación de las políticas públicas en la capital terminan afectando a los ciudadanos más vulnerables del distrito.

Un ejemplo claro de ello es la reforma a la estructura de salud en Bogotá. A través de su secretario de Salud, Luis Gonzalo Morales, la administración Peñalosa instauró un nuevo estándar en el cual, para ‘ahorrar dinero’ las atenciones especializadas se centralizan en unos pocos puntos de la ciudad.

Es así, para concretar un sencillo ejemplo, cierran servicios de maternidad en el Hospital, de III Nivel, Simón Bolívar (Carrera 7 con calle 165) y son trasladados al Hospital de Suba II Nivel (Carrera 104 calle 152C), todo con el ánimo de dejar de prestar la atención con equipos y personal del distrito y ‘subcontratar’ operadores, en otras palabras ‘entregar el negocio a un privado’.

Bogotá duró años para lograr fortalecer y tener una mediana infraestructura propia (aún insuficiente, por demás) que hoy se está volviendo añicos en aras de consolidar ‘negocios’ mientras tanto quedan desprotegidas, en este caso y en muchos otros, cientos de miles de madres y neonatos del norte de la ciudad.

Lo mismo pasa, por dar otro ejemplo breve, con pediatría y ortopedia en el Hospital Jorge Eliécer Gaitán (Calle 6 con carrera 5, Barrio El Guavio), servicios que serán trasladados al Hospital San Blas (Transversal 5 Este con 19), dejando las localidades del centro de la ciudad –La Candelaria, Mártires y Santa Fe–absolutamente desprotegidas en esas especialidades.

¿Quién piensa en las familias afectadas? ¿Quién paga el ‘pato’ de estas decisiones de la Administración Distrital? Obviamente, las personas que usan la red pública de hospitales, pues funcionarios como Peñalosa y Morales muy seguramente cuentan con medicina prepagada. Y así como en la salud, podríamos poner cientos de ejemplos en movilidad, educación, cultura ciudadana, tercera edad, discapacidad, cultura, en fin…

Peñalosa y su equipo cree que la Paz es el cese de los disparos, ahorrar para privatizar y la implantación de obras civiles, muy parecida a la PAX ROMANA que era la ‘paz de los sepulcros’.

Otros creemos que la verdadera Paz es la superación de la inequidad, la inversión social centrada en quienes lo requieren y la posibilidad de construir un país donde quepamos todos, desde los más vulnerables, hasta los que tienen todo resuelto en la vida, como el Señor Peñalosa.

bottom of page