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El Harakiri de Peñalosa


Acosado por el proceso de la revocatoria, Peñalosa en su segunda versión, grita ante el Cabildo Abierto para tratar el tema de la ETB, que la venta de esta empresa: “No Tiene Reversa”.

Sigue absurdamente obstinado en vender las empresas de servicios públicos, en este caso la Empresa de Teléfonos de Bogotá –ETB-.

Los Concejales de la oposición responsablemente anunciaron que el proceso estaba viciado y la obstinación, había condenado el procedimiento por 'sacarlo de afán'. La administración distrital se ríe y confirma la posición, enseñoreándose y regodeándose de su capacidad, hasta que un juez da la razón a los contradictores. Una Puñalada al corazón de la administración.

A pesar de su galopante impopularidad superior al 70 por ciento, además de comerciar el patrimonio público, Peñalosa todos los días se empeña (dejando en depósito su poco prestigio a riesgo de perderlo) en tomar definiciones que, además de perjudicar grandes sectores de la población bogotana, lo muestran como un improvisador franco, en un ejercicio ‘Kamikaze’.

Como en el antiguo oriente, toma su daga y la aprieta contra su corazón, subiendo el pasaje de Transmilenio. Intenta cubrir la herida sangrante, afirmando que hay requerimientos técnicos que así lo obligan. Pero a renglón seguido, vuelve a subir el pasaje y acomoda en una supuesta transformación de las rutas alimentadoras (eliminación dicen algunos) otro aumento y la cancelación de un subsidio. Siguen los raudales de sangre por donde se va entre los dedos la popularidad y la gobernabilidad.

Ordena golpear manifestantes antitaurinos y personas con discapacidad, para al otro día, echar la culpa a la policía. A renglón seguido otro par de “cuchilladas”, entrega recursos a los taurinos y confirma que los discapacitados no necesitan subsidios, los quita.

Y así como en el transporte público, este ejercicio es el pan de cada día en todos los temas de la administración. Al principio de la Alcaldía, todo era novedoso y la expectativa del Concejo y los Bogotanos permitía que el Alcalde Mayor, tuviera margen de juego, pero en este juego “suicida”, llega un momento en que las transfusiones de “Mermelada” que le dan vida, se acaban, pues ya no hay que repartir y el hambre de los políticos bogotanos, miembros de la coalición reinante, colisiona y agota cualquier posibilidad de maniobra.

Mientras tanto la opinión pública está atenta para ver cuál va a ser la siguiente razón por la que nuestro Alcalde se “propina el mismo la estocada”: Movilidad, educación, puestos, inversión para Transmilenio, mantener el sueño de un metro encima de la mesa, mientras lo marchitan debajo de ella, en fin.

Los litros de sangre del Alcalde se escapan y con ellos, su tiempo en la alcaldía. Máxime cuando Vargas Lleras acosado por escándalos de corrupción a diestra y siniestra, necesita pronto volver a barajar las cartas a ver si cambia la “mano”. Es probable que Vargas y su ‘Cambio Radical’, dejen ‘morir’ al Alcalde, para transfundir en nuevos acuerdos, mermelada a la aspiración presidencial del repartidor de coscorrones.

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