Pasó desapercibido que el pasado 20 de mayo una ‘Misión de Observación Política’ del Foro de São Paulo (FSP) visitó la Zona Veredal (ZVTN) ‘Mariana Páez’ en Mesetas (Meta). También se reunieron en Bogotá con cuadros del Partido Comunista Colombiano, Marcha Patriótica, la UP y el Polo Democrático, acompañados del concejal Antonio Sanguino del Partido Verde y de representantes del Movimiento Progresistas y de la Corriente Socialista, organizaciones que oficialmente no aparecen afiliados al FSP.
Este mecanismo hace parte del componente internacional acordado en el neoAcuerdo de La Habana y actúa con beneplácito del Gobierno nacional como “observadores del proceso de implementación”. Entre la comitiva se destaca la presencia de Nidia Díaz, ex-guerrillera y ahora diputada del partido Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) de El Salvador; Leonel Espinoza Linarte del Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua (FSLN); Jorge Ismael Soto a. “Pablo Monsanto” y su hijo Pablo Soto Orantes, de la Convergencia CPO-CRD de Guatemala, partido que aglutina a ex-militantes de las guerrillas desmovilizadas URNG y FAR. Es importante recordar la pública cercanía del ‘conejo’ Espinoza Linarte con su ex-jefe Lenín Cerna Juárez, otrora director de la DGSE nicaragüense. Google es especialmente ilustrativo acerca de estos dos personajes. Igualmente vinieron Roberto Chiazzaro, Diputado por el partido Frente Amplio de Uruguay (coalición en el gobierno); Ernesto Paillalef y Silvia Horne, Diputados del peronista y piquetero Movimiento Evita, de Argentina; Irán Moreno, Secretario de Relaciones Internacionales del PRD de México; Anna Camposampiero, del Partito Rifondazione Comunista - Sinistra Europea (PRC-SE) de Italia; Aurora Muriente Pastrana del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH) de Puerto Rico; el Diputado del PT brasileño Carlos Zarattini y la Secretaria Ejecutiva del FSP Mónica Valente. Hay que decir que si bien algunas de las organizaciones citadas son herederas de movimientos guerrilleros desmovilizados, todas son hoy partidos y agrupaciones políticas perfectamente legales en sus respectivos países. Al concluir la visita, un vocero del FSP expresó que “Las dificultades en la implementación legislativa del Acuerdo Final, agravadas con el reciente comunicado de prensa de la Corte Constitucional, generan incertidumbre y desconfianza entre las partes y la sociedad civil, añadiendo inestabilidad jurídica y política. La certeza y la confianza son factores esenciales para avanzar en la construcción de la paz estable y duradera”.
La frase es lapidaria y veraz. En efecto, es imposible tener certeza y confianza cuando se han hecho trizas los pilares de la institucionalidad e ignorado la voluntad del Pueblo Soberano expresada en el Plebiscito, despojando a la Constitución de valores democráticos elementales y convirtiendo al Congreso en una notaría donde hasta la deliberación estaba anulada. Es necesario y oportuno agradecer al Dr. Carlos Bernal, magistrado de la Corte Constitucional (lapidado por la virulenta prensa diabética, que lo tildó de ‘traidor’) por devolvernos un pedacito de democracia deliberativa. Sin embargo, no debe olvidarse que la misma Corte autorizó revestir al Presidente de facultades híper-extraordinarias para imponer el neoAcuerdo, las mismas que hoy ejerce con chorros de decretos a presión, esperando el último momento para impedir que sean analizados con la seriedad que la situación exige. Es tan burdo el conjunto de decisiones que temen que no resista una sola crítica, por físico miedo a incomodar a las Farc.
Nosotros los escépticos, que según la alocución del Presidente vivimos de “sembrar pesimismo y desconfianza”, pensamos que no hay certeza ni confianza en este proceso. Por eso en las últimas encuestas (Datexco - Pulso País, 28-MAY-2017), somos el 76% que decimos que vamos por mal camino, el 71% que tenemos imagen desfavorable del Presidente y el 76% que desaprobamos su gestión. De la economía, mejor no hablar.
Opino que hoy Colombia parece una muchacha poco agraciada, de aquellas que pretenden corregir defectos con subrepticias y repentinas intervenciones realizadas en alguna estética de garaje, modificando su apariencia con implantes y rellenos extraños a su naturaleza, todo para complacer a los patrones de turno a quienes espera favorecer y resultar favorecida. La ilusión de proporciones 90-60-90 es similar a los tiempos que el gobierno alarga y que las Farc no cumplen. Y ambos ignoran la presencia celestina de la ONU, que como suegra alcahueta gruñe y mira el paisaje mientras a hurtadillas hace su “registro”. Ese que jamás será verificado ni confrontado. A la hora de escribir estas líneas, las armas a entregar serán sólo las que corresponde a los guerrilleros concentrados en las ZVTNs. No de las milicias. Y de remate, Félix Antonio Muñoz Lascarro (o José Lisandro Lascarro, pero no lo sabemos con certeza), alias “Pastor Alape”, dice que la localización de las 900 caletas “no es difícil, lo difícil es sacarlas”. No las sacarán. En eso estamos de acuerdo con el FSP: sin certezas ni confianza, no se puede construir alguna versión de paz estable y duradera.
Ñapa: la Fiscalía de las Farc y su pequeña Gestapo han sido confeccionadas a la medida del cliente. Cualquier parecido con la Stasi de la RDA no puede ser coincidencia. ¿Contarán con asesoría del G2 cubano?