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Democracia avanzada indirecta

Construir paz -cualquier paz- es difícil, mucho más cuando abundan quienes por profesión pescan en río revuelto. Y este río suena y resuena, porque además de que piedras lleva, arrastra sapos indigeribles.

El pasado 11 de febrero, el muy guajiro Concejo Municipal de Maicao aprobó la ‘Proposición No. 003’ del Polo Democrático, mediante la cual se solicitaba que “...esta institución respalde de forma decidida la implementación del proceso de Paz y realice una veeduría permanente al avance de las obras de adecuación del PTN ubicado en la Vereda Pondores, en La Guajira”. Así lo registró la cadena radial Bolivariana ‘Voz de la Resistencia’ de las Farc. Tanto el trámite de la proposición como el recorrido de la veeduría contaron con el feliz acompañamiento del senador Iván Cepeda Castro y un nutrido grupo de activistas sociales llegados desde Bogotá. En las imágenes publicadas en la página web del senador, se destaca en la comitiva la presencia de alias ‘Isaías Trujillo’, jefe del frente 5 de las Farc, en vestimenta de camuflado y botas pantaneras. En loable acto de ineficaz pudor, el anfitrión no porta armamento a la vista.

Como era previsible, la proposición en el sentido de “Apoyar la refrendación concedida por el Senado de la República al Acuerdo final...”, resultó aprobada por “la mayoría de las bancadas que tienen asiento en la corporación”, según lo informa la página web del senador Cepeda. Sorprende que no haya sido unánime. Ello no le impide a la oficina de prensa del senador Cepeda afirmar que el 11 de febrero, Maicao se convirtió en el “primer municipio en refrendar acuerdo paz a través del Concejo”. Para ellos no hay diferencia entre ‘apoyar’, ‘avalar’ y ‘refrendar’. Todo es sinónimo. Entre los fundamentos legales de la moción, los concejales ágilmente citaron el artículo 3 constitucional para concluir lo siguiente: “‘La Soberanía reside exclusivamente en el pueblo, del cual emana el Poder Público. El pueblo la ejerce en forma directa o por medio de sus representantes...’. Por lo tanto, las decisiones tomadas en el Concejo Municipal se toman en nombre del pueblo”. La transcripción es textual. El senador Cepeda en su comunicado “reiteró la necesidad de que todos los alcaldes, gobernadores, concejos y asambleas se comprometan en la tarea de la implementación del acuerdo en los territorios”. En esos términos, resulta apenas obvio que los resultados del Plebiscito han quedado enterrados de manera definitiva en tierra guajira.

Permítanme insistir. La estrategia de desaparición forzada constitucional tiene origen en los conceptos de ‘democracia avanzada’, eje central de lo decidido por las Farc en la X conferencia del Yarí (2016). Esas tesis de origen leninista fueron adecuadas en el Uruguay tupamaro de los años 70 por Rodney Arizmendi, quien afirmó que “...No se puede entender democracia avanzada sino en función de la dialéctica de las revoluciones democrática y socialista... Estudiamos, por tanto, los objetivos democráticos de la revolución en la perspectiva del socialismo, que los continuará y negará en una fase superior... es un proceso de combate programático, reivindicativo... de desarrollo de la lucha de clases... de imposiciones mediante el empuje popular”. Hasta ahora las imposiciones de esta peculiar “democracia” han avanzado gracias al empuje de quienes desprecian la voluntad popular en las urnas, “ratificando” de forma indirecta lo que conviene a su proyecto político arropado en La Paz. Cualquier alusión a los vecinos, sobra.

Mientras tanto en otro frente, Aída Avella dio trámite vía Twitter a la ‘petición’ de un campesino que le dijo: “Doctora. La XVII Brigada de Urabá continúa siendo un escuadrón paramilitar. Que la cierren”. Mas allá de la difusión de tamaña calumnia, resulta claro que la Paz se negocia con adversarios de todas las pelambres, así pesquen en río revuelto.

Por su parte, Alfredo Molano en su columna dominical hace una apología parroquial y absurda del Reclutamiento Forzado de Menores en Colombia, pretendiendo justificar un crimen sistemático de guerra castigado por el Código Penal, el Estatuto de Roma y otros instrumentos internacionales ratificados por Colombia, que no prescribe ni es amnistiable, aún en la JEP.

Por fortuna, Eduardo Escobar le replica duramente, pero la respuesta más contundente es el tuit del Papa Francisco el mismo domingo: “La dignidad de los niños debe ser respetada: pidamos que sea eliminada la esclavitud de los niños-soldado en todo el mundo”. Con todos estos ejemplos, debemos estar alerta a la implantación de la ‘democracia avanzada’ mediante el cambio de narrativas. Como dice la señora Battegazzore1, “No sea que por mirar el collar no nos demos cuenta de que nos han cambiado el perro”.

De ñapa: ¿Vale la pena opinar sobre Odebretch? A pesar del Fiscal, el auto que decrete el archivo de las diligencias en la Comisión de Aberraciones del Congreso será tramitado a velocidad del ‘fast-track’, para tapar la punta visible del iceberg. Gini y Ceci serán indemnizadas. Lo que haya originado el acuerdo entre Estados Unidos, Suiza y los confesos ejecutivos de la firma será mentira.

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1. Battegazzore, María Luisa: “El concepto de democracia avanzada en Rodney Arismendi: un referente en el proceso político latinoamericano”. Biblioteca Clacso. Archivo .pdf disponible en internet en: http://biblioteca.clacso.edu.ar/ar/libros/cuba/if/marx/documentos/22/El%20concepto%20de%20democracia%20avanzada%20de%20Rodney%20Arismendi.pdf/

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* Rafael González Richmond es abogado, egresado de la Universidad del Rosario. Ha sido asesor del Ministerio de Defensa Nacional y del Ministerio de Hacienda y Crédito Público.

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