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Inconformidad y contradicciones por desalojo de campistas por la paz


A las tres de la mañana del sábado 19 de noviembre fueron desalojados por la Policía los campistas por la paz que se encontraban en la Plaza de Bolívar, luego de que varios de quienes completaban más de 40 días apoyando el Acuerdo de Paz se hubiesen retirado del lugar.

​Ese mismo día, el alto consejero para el posconflicto, Rafael Pardo, cuestionó el operativo de desalojo a través de mensaje enviado por Twitter. “Muy mal que el campamento de paz de la Plaza de Bolívar, pacifico, espontáneo y cívico, haya sido desalojado por fuerza. Esa no es La Paz”, escribió a las 10:13 de la mañana.

​Por su parte, el concejal Hollman Morris escribió: “En Bogotá ganó el SI a la paz y se hizo sentir en las calles, es inaudito el desalojo del campamento por la paz que hizo Enrique Peñalosa”.

El Movimiento ‘Campamento Por La Paz’ expidió ayer el comunicado No. 13 en el que manifiestan “que hubo violencia física, verbal y sicológica, que tanto mujeres como hombres del campamento fueron irrespetados y lesionados, que hay evidencia de golpes propinados con tonfas (bolillos) a varios campistas y que el Alcalde Mayor de Bogotá Enrique Peñalosa miente en sus afirmaciones públicas”.

Por su parte, la personera distrital de Bogotá, Carmen Teresa Castañeda Villamizar, manifestó que la dependencia a su cargo efectuó acompañamiento durante el operativo y que “La Policía con un grupo masculino y uno femenino de la Fuerza Disponible procedió a alzar del piso a quienes se encontraban y conducirlos a los vehículos trafic de la Policía, siendo llevados a la Carrera 5 con Calle 12, en donde esperaban los otros miembros del campamento. En ese momento se decidió el retiro del Esmad y la no utilización de elementos de letalidad reducida. Pese que hubo forcejeos, no se presentaron agresiones, allí la Personería actuó para calmar los ánimos”.

COMUNICADO NO. 13 DE ‘CAMPAMENTO POR LA PAZ’

Frente a los acontecimientos del pasado sábado 19 de noviembre de 2016, el Campamento por la Paz, se permite señalar:

Antecedentes al desalojo

Según la versión de Manuel Llano, ex integrante del Campamento por la Paz, la decisión asamblearia del martes 15 de noviembre, en la que se definió que, ante la petición de la Secretaría de Gobierno de desalojar la Plaza de Bolívar, el campamento propuso a la administración distrital, la reorganización del campamento para ceder un 20 % del espacio ocupado, ofreciendo así una opción mediadora para que el Festival “Salsa al Parque” y el “Campamento por la Paz”, pudieran desenvolverse en el mismo espacio.

Frente a esta propuesta del campamento, la Alcaldía Mayor de Bogotá, a través de Álvaro Vargas, Asesor de Despacho del Secretario para Temas de Conflictividad Social, dio un ultimátum de desalojo bajo la excusa de que la existencia del Campamento ponía en serio riesgo la realización del Festival “Salsa al Parque” por temas de seguridad de las dos partes; además afirmó".

El Campamento, mediante su órgano deliberativo -la Asamblea- el miércoles 16 de noviembre, después de más de tres horas de deliberaciones, sometió a votación, la propuesta de permanecer en la Plaza de Bolívar. Teniendo en cuenta la participación de 65 campistas que estaban presentes en ese momento, 49 votaron por permanecer; 10 se abstuvieron y 9 por levantar el campamento. Reiteramos que además de la firma oficial del Acuerdo Final de Paz, el campamento permanecería allí hasta saber cuál sería la forma de refrendación y la hoja de ruta de implementación de estos acuerdos.

Es importante dar a conocer que después de los resultados mencionados con anterioridad, Katerine Miranda, una de las fundadoras del movimiento ciudadano y pacífico “Campamento por la paz”, decidió retirarse definitivamente de este espacio y levantar su carpa, de igual manera procedieron otros integrantes como Juan Ojeda y Adriana Quiñones, a través de la lectura de un comunicado. La reacción inmediata de algunos asamblearios fue conciliadora, de manera que algunos de ellos les invitaron a que reconsideraran su decisión, aunque respetando su autonomía.

De otra parte, en la madrugada del viernes 18, fue retirada la carpa de arte y cultura. Horas más tarde la Secretaría Distrital, la Alcaldía Local de La Candelaria y la Personería Distrital, avisan al campamento, que se retirarán las vallas y las carpas de logística. En presencia de gestores de convivencia locales y distritales; así como de la delegada de Personería Distrital, algunos campistas preguntan si la intención es un levantamiento forzado, ante lo cual la personería responde que eso no es verdad.

La acción de retirada de las vallas, se llevó a cabo en presencia de Katerine Miranda ex integrante del Campamento por la Paz, quien fue responsable de la logística de las mismas; Inmediatamente los campistas procedieron a rodear las carpas haciendo uso de las banderas, a la vez que cantaban el Himno alusivo a la paz, como último recurso de protección.

Es de anotar, que ese mismo día, el campamento de manera oficial, emitió un comunicado para apoyar la realización del Festival “Salsa al Parque”; además de cumplir con la propuesta inicial de reorganizar el campamento, reduciendo el espacio ocupado no en un 20%, sino en un 40%.

Pronunciamiento ante el desalojo.

Siendo las 2:30 de la mañana en la Plaza de Bolívar, a pocas cuadras de la casa de Nariño, entre el Congreso de la República, el Palacio de Liévano, el Palacio de Justicia y La Catedral de Bogotá, este sábado 19 de noviembre, el Campamento por La Paz, fue asediado por un operativo de desalojo conjunto entre unidades de la MEBOG, el ESMAD, agentes de inteligencia, gestores de convivencia, personería distrital y el defensor del pueblo que pudo ingresar casi hora y media después; es importante anotar, que habiendo asegurado la no existencia de testigos diferentes a los funcionarios, ni medios de comunicación; procedieron a través del Coronel Rojas y la Teniente Coronel Sandra Mora a informarnos sobre el desalojo que tenían programado por orden del Alcalde Mayor de Bogotá, actuando sin autorización escrita para llevar a cabo esta acción abrupta e inconstitucional frente al derecho a la protesta social pacífica.

Los integrantes del campamento por la paz, consideramos que ante el ejercicio violento y de abuso de autoridad ejercido por las entidades mencionadas con anterioridad, la postura de los campistas, fue de resistencia pacífica, evidenciada a través de símbolos de arte y cultura, se encendieron velas, cantos alusivos a la Paz, flores y votos de silencio.

Reiteramos que hubo violencia física, verbal y sicológica, que tanto mujeres como hombres del campamento fueron irrespetados y lesionados, que hay evidencia de golpes propinados con tonfas (bolillos) a varios campistas y que el Alcalde Mayor de Bogotá Enrique Peñalosa miente en sus afirmaciones públicas.

Por lo anterior, se informa que los integrantes del campamento están haciendo los trámites pertinentes ante las entidades que corresponde, según la Ley y la Constitución colombiana.

Cabe resaltar, que la Administración Distrital en su conjunto, falto a la verdad, puesto que como se mencionó con anterioridad, dio garantías de que no procedería a un desalojo forzado del Campamento; de igual manera, enfatizamos en que particularmente, la Secretaría de Gobierno, también lo hizo, cuando asevera que la acción mencionada fue coordinada con el campamento, cuando en realidad se basó en una carta abierta que firmaran 8 exintegrantes del campamento, sin corroborar dicha información con más de 60 campistas que se encontraban en la Plaza de Bolívar.

En relación a las acusaciones hechas a los integrantes del Campamento por la Paz por parte de figuras públicas como es el caso de Concejal Marco Fidel Ramírez; el Exministro Fernando Londoño y el Coronel Alfonso Plazas Vega, manifestamos nuestro total rechazo, puesto que estas afirmaciones atentan contra lo expuesto en el Artículo 15 de la Constitución de Colombia “Todas las personas tienen derecho a su intimidad personal y familiar y a su buen nombre, y el Estado debe respetarlos y hacerlos respetar”. A su vez desvirtúan al campamento como símbolo de reconciliación y de construcción de Paz, objeto fundamental de este legítimo ejercicio ciudadano".

COMUNICADO DE LA PERSONERÍA DISTRITAL

La Personera de Bogotá, Carmen Teresa Castañeda Villamizar, informó que la dependencia a su cargo pudo constatar que en el desalojo de los campistas por la paz que se encontraba en la Plaza de Bolívar “no hubo violación de los Derechos Humanos”.

El pronunciamiento fue emitido mediante comunicado, en el que además expresa: “La Policía inició el retiro de elementos que rodeaban el campamento. La mayoría de los campistas empezaron a recoger sus pertenencias y a marcharse. Otros sólo desarmaron y agruparon sus haberes”.

El texto es el siguiente:

1. El Distrito reconoció la importancia del ejercicio realizado durante más de 45 días, pero adujo la ilegalidad de la ocupación del espacio público y el riesgo que representaba su presencia para la realización de un evento de alta complejidad como Salsa al Parque. La reunión no logró ningún acuerdo entre las partes y algunos de ellos decidieron abandonar el campamento.

2. En el Comando de la Policía Metropolitana, la Administración organizó y coordinó el procedimiento para la recuperación del espacio público de la Plaza de Bolívar. La Personería pidió el respeto irrestricto a los derechos de las personas y la observancia del manual de procedimiento.

3. La Subsecretaría de Seguridad y Convivencia estableció un equipo conjunto con los gestores de convivencia y la Dirección de Derechos Humanos de la Policía Metropolitana para agotar la etapa de diálogo y lograr que se retiraran del lugar, este proceso contó con el acompañamiento de la Personería.

4. En la Plaza habían dos campamentos. Uno de desplazados por la violencia y otro por la paz. A las 3:00 a.m., del sábado 19 de noviembre, las autoridades solicitaron de nuevo a las personas que se retiraran. Aproximadamente 13 personas desplazadas aceptaron la oferta institucional y fueron trasladadas a un albergue del Distrito.

5. Al segundo campamento en el que había unas 50 personas, el Distrito les solicitó de nuevo abandonar el lugar. Pidieron tiempo para discutir entre ellos. Unos se retiraron y 30 de ellos dijeron que no se irían.

6. La Policía inició el retiro de elementos que rodeaban el campamento. La mayoría de los campistas empezaron a recoger sus pertenencias y a marcharse. Otros sólo desarmaron y agruparon sus haberes.

7. De las 4:30 a 5:30 a.m. se les pidió de nuevo el retirarse voluntariamente a los que quedaban en el lugar. Las partes acordaron (Distrito y campistas) que tres camiones de la Policía llevaran sus pertenencias a los lugares solicitados por manifestantes.

8. A las 6:00 a.m. del sábado, a las seis personas que se encontraban sentadas en el piso y 10 que decidieron regresar a acompañarlas, las autoridades les pidieron de nuevo que se retiraran, reiterándoles la oferta institucional pero no aceptaron".

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