Por la paz tenemos que estar comprometidos hasta las últimas consecuencias y esto significa ser más propositivos.
No basta con decir que estamos de acuerdo, con postear en nuestras redes sociales o expresarnos en los medios sobre nuestro acuerdo o voluntad de que la guerra cese o que los diálogos de La Habana lleguen a un feliz término en un corto tiempo.
Yo creo que debemos ir más allá y ese compromiso depende de que pasemos a un plano más de la acción, ser más propositivos, y decir yo estoy dispuesto a esto… yo estoy dispuesto a animar o motivar a una movilización social, estoy dispuesto y quiero movilizar gente desde las redes sociales, desde mi programa, desde mi espacio radial, desde mi espacio escrito, desde mi columna de opinión, desde cualquier rincón que tengamos para manifestar nuestra opinión.
No hay que olvidar que los que están en desacuerdo, los que quieren que en Colombia continúe la guerra tienen voces, tienen medios y tienen poder, y nosotros los hombres y mujeres de paz, y comprometidos, los medios de comunicación, tenemos que trascender a la acción comunicativa.
No tenemos que esperar a que sucedan consecuencias como el resultado del plebiscito, en el cual mucha gente esperó que los políticos, que el Estado, que el Gobierno colocara los votos.
Nosotros, que tenemos la posibilidad de mover desde la opinión y movilizar a la ciudadanía, nos quedamos quietos, nos conformamos con poner nuestro voto y el de nuestros familiares y no movilizamos a otras personas. Nos hace falta ser más propositivos cada día, comprometernos e ir más allá.
Si cada uno coloca un grano de arena desde lo que hace y lo hace bien vamos a mostrar a los hombres y las mujeres que queremos la paz, para que por fin podamos soltar las mariposas amarillas desde el Caribe Colombiano para que invadan con esperanza a toda nuestra nación.
Los comunicadores, hombres y mujeres, queremos la paz, una paz de duradera, que no pasa sólo por Santos (nos congratulamos con que el señor Presidente haya recibido el Premio Nobel por la Paz por todas las gestiones realizadas), pero el premio de la paz es nuestro, es de las futuras generaciones.
Me comprometo a generar escenarios de reconciliación, a propiciar espacios de paz, a facilitar la reconstrucción del tejido social en ámbitos de equidad y justicia social.
Yo quiero que mi hija -cuyo nombre es María Paz- viva en paz.