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Aumentan brechas de género en mercado laboral

* En 2022, la tasa de desocupación estimada de las mujeres sería del 12,4 por ciento.

En 2021, en plena crisis por la pandemia del Covid_19, se perdieron más del 38 por ciento de los trabajos ocupados por mujeres, dejando en evidencia que la recuperación de los indicadores laborales por sexo fue dispar, de acuerdo con informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).


En el promedio de 14 países de América Latina con información disponible se observa que las mujeres han tenido desde entonces un retorno más gradual al mercado y mayores dificultades para encontrar empleo, lo que ha profundizado las brechas de género en el mercado laboral regional.


La tasa de participación de las mujeres en el tercer trimestre de 2021 fue del 50,9 por ciento, es decir, 1,7 puntos porcentuales por debajo de la del mismo trimestre de 2019 (52,7%), mientras que la tasa de participación de los hombres alcanzaba un 73,8por ciento, una cifra 1,4 puntos porcentuales por debajo de la del mismo período en 2019 (75,2%). Esa menor reincorporación de las mujeres a la fuerza laboral se da en un contexto en que muchas de las actividades escolares y de cuidado no se han retomado totalmente.


Según la Cepal, basada en información oficial Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Jamaica, México, Nicaragua, Paraguay, República Dominicana y Uruguay, en 2020 y 2021 la desocupación y la caída en la participación laboral afectó más a las mujeres, en particular a las mujeres en hogares con presencia de menores de cinco años (debido a la mayor carga de cuidados).


Hasta octubre de 2021 en Colombia, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el desempleo en hombres alcanzó el 8,7 por ciento y en mujeres fue de 15,9 por ciento. Al finalizar octubre, en el país estaban trabajando cerca de 22,1 millones de personas, lo que equivalía a un aumento de 854 mil puestos de trabajo.


La Cepal estima que en 2022, y bajo un escenario de recuperación de la TGP a los niveles precrisis (2019), las tasas de desocupación estimadas en América Latina serían, así: la femenina alcanzaría el 12,4 por ciento y la masculina sería del 10,2 por ciento.

Durante los últimos 30 años, América Latina había mostrado una tendencia creciente en la incorporación de las mujeres a actividades remuneradas. Sin embargo, la tasa de participación laboral es relativamente baja en comparación con la que alcanzan las mujeres en los países desarrollados. La crisis de 2020 interrumpió de manera abrupta esa tendencia con la salida masiva de mujeres del mercado, principalmente para asumir tareas de cuidado.

Por su parte, las tasas de ocupación continuaron incrementándose tras la gran caída registrada durante el segundo trimestre de 2020. Se observa, sin embargo, que la ocupación entre los hombres creció más rápidamente que la de las mujeres. En el tercer trimestre de 2021, la tasa de ocupación femenina fue del 45,2 por ciento, 2,1 puntos porcentuales por debajo de la registrada en el tercer trimestre de 2019 (47,3%), mientras que la de los hombres se ubicaba en un 68,2 por ciento, 1,6 puntos porcentuales por debajo de la del tercer trimestre de 2019 (69,8%). Ello indica que las mujeres han enfrentado más dificultades para lograr una reinserción laboral exitosa, posiblemente debido a su mayor participación en sectores que aún no registran una recuperación plena, como el trabajo doméstico remunerado y el empleo en sectores de servicios y comercio.


Como resultado de estas tendencias, la tasa de desocupación de las mujeres se redujo al 11,1 por ciento y la de los hombres al 7,6 por ciento en el tercer trimestre de 2021. Esa tendencia implica que la brecha en la tasa de desocupación entre hombres y mujeres se incrementó de 2,7 puntos porcentuales en el tercer trimestre de 2019 a 3,5 puntos porcentuales al tercer trimestre de 2021.


Las mayores dificultades se registraron entre las mujeres de menor nivel educativo. En 2020, ese grupo de trabajadoras se vio más afectado por la pérdida de empleo que los hombres con igual nivel educativo y que otras mujeres con mayor nivel de formación. Durante los primeros meses de 2021 también pudo observarse que ese grupo fue el que más dificultades enfrentó para reinsertase en el mercado laboral, y al segundo trimestre de 2021 tenía un nivel de ocupación un 16 por ciento más bajo que en el mismo trimestre de 2019.

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