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Juan José Rondón Delgadillo, el 'Llanero de los Andes'


El Llanero de los Andes nació en Santa Rita de Manapire (Guárico, Venezuela, 1790)

y falleció en Valencia (Venezuela, 1822).

Juan José Rondón Delgadillo fue el primer militar venezolano de origen africano. Alcanzó el grado de coronel en el ejército republicano durante las guerras de independencia de Venezuela y Colombia, destacándose especialmente en la Batalla del Pantano de Vargas, en 1819, durante la Campaña Libertadora de Nueva Granada.

No se entiende cómo a Juan José Rondón no le han dado la relevancia merecida como un hombre de raza negra.

Fue hijo de los esclavos libertos: Bernardo Rondón y Lucía Delgadillo,[1] nacido en el actual estado venezolano de Guárico.

En 1812 se enlistó en el ejército realista al mando de José Tomás Boves, alcanzando el grado de Capitán. Pero, ante la crueldad y tiranía desplegada por los llaneros realistas –que terminó pareciéndole innecesaria, injusta y cruel– decidió pasarse al bando rebelde en agosto de 1817, con su escuadrón de unos cincuenta hombres. La corona española, al considerar que tal acción era un acto de traición, lo declaró objetivo militar.

Ante el acto temerario y heroico, fue recibido en el ejército de la causa independentista, gracias a su probado valor, y gracias también al dominio en conocimiento y dominio de caballos.

El monumento del escultor Rodrigo Arenas Betancourt y del ingeniero Guillermo González Zuleta. Elaborado en bronce, acero y concreto. Muestra a los catorce jinetes llaneros en sus cabalgaduras en plena carga.

Las escuelas de Caballería tanto de Venezuela como de Colombia, tienen hoy el nombre de este jinete llanero.

Bolívar había conformado un campamento llanero que acampaba en el plano de Orocué, hoy Casanare. Si bien en esas tierras ya se manejaba muy bien el caballo para labores de vaquería, no era suficiente porque las tropas debían moverse constantemente y esas marchas y contramarchas de la campaña militar bien pronto agotaban tanto a la tropa como a la montura.

Fue entonces cuando se presenta Juan José Rondón quien era el oficial más capacitado para suplir a la caballería con ejemplares capturados en las llanuras. Gracias a la Batalla del Pantano de Vargas y a la del Puente de Boyacá, consolida amistad con Bolívar.

Fue derrotado junto al ejército de Bolívar en la Tercera batalla de La Puerta, primera contienda en la que cargó contra sus antiguos compañeros de armas. Cabalgó durante casi un año sin inspirar mucha confianza al general José Antonio Páez, jefe supremo de los jinetes rebeldes.

Siendo venezolano, deseaba intensamente congraciarse con el general José Antonio Páez y con Simón Bolívar, demostrándoles probadamente que no solamente era útil en las labores de ganadería.

‘¡VUELVAN CARAS!’

Un año después de incorporarse a los ejércitos independistas hizo parte de la Batalla de las Queseras del Medio, en la cual con la sencilla táctica de cargar y simular la huida nada más chocar con el enemigo, 153 lanceros dirigidos por José Antonio Páez hicieron que cerca de 1.200 soldados de caballería del ejército español los persiguieran por la sabana sin darse cuenta de que estaban quedando separados del cuerpo principal del ejército del pacificador Pablo Morillo.

Entonces, tras una súbita orden de Páez “¡Vuelvan caras!”,[2] la reducida fuerza dio media vuelta y aniquiló lo más notable de la caballería realista. Este grito de batalla, se hizo popular, y conservó por años el significado de virar la estrategia para conseguir un resultado.

En 1819, con los fríos de julio, durante la Campaña Libertadora de la Nueva Granada, ingresó en compañía de Simón Bolívar al territorio de Nueva Granada (hoy Colombia), enfrentando la travesía por los Llanos Orientales y el duro ascenso de los Andes.

El 25 de julio de 1819, en el epílogo de la Batalla del Pantano de Vargas, los ejércitos realista e independentista se encontraban agotados tras combatir por espacio de siete horas sin que ninguno de los dos consiguiese doblegar al enemigo. José María Barreiro, comandante de la división española, echó sus restos de infantería y caballería por todo el centro del valle. Barreiro, entreviendo el triunfo, gritó emocionado: “¡Ni Dios me quita la victoria!”, mientras Bolívar, desconcertado, alcanzó a decir algo como “se nos vino la caballería y esto se perdió”. A su lado, Rondón le reclamó: “¿Por qué dice eso, general, si todavía los llaneros de Rondón no han peleado?” Fue en ese angustioso instante que Bolívar le responde con la célebre frase “¡Coronel Rondón, salve usted la patria!”.[3] Seguido inicialmente por catorce lanceros que respondieron de inmediato a la voz: “¡Que los valientes me sigan!” realizando entonces una carga de caballería, seguido de cerca por el resto de los llaneros, que dispersó a las tropas españolas poniéndolas en retirada, con lo que finalmente los republicanos obtuvieron la victoria.

El Libertador conservó un inolvidable recuerdo de la decisiva participación de Rondón y un año después, en víspera del aniversario de la batalla, escribía: “Sin Rondón, yo no sé qué hubiera sido del Pantano de Vargas”; y, cada año, al acercarse el día de aquella victoria, solía decir: “Mañana es día de San Rondón”.

El 7 de agosto de 1819 participó de manera importante en la Batalla de Boyacá. Durante lo más intenso de la contienda, Bolívar le ordenó un contraataque con los lanceros llaneros que consiguió que los realistas retrocedieran en desorden. Incluso, un batallón de caballería huyó sin ofrecer resistencia. Al final de la lucha, el ejército realista resultó rodeado y se rindió casi en su totalidad a las tropas de independentistas.

Es triste que no se le dio en vida, el justo reconocimiento al valor de este llanero. En la Batalla de Naguanagua, en la que José Antonio Páez obtuvo la victoria sobre las tropas españolas, el coronel Juan José Rondón resultó herido. Precisamente, debido a los pocos cuidados asépticos de la época, contrajo una infección que degeneró en gangrena, causándole la muerte el 23 de agosto, cuando apenas tenía 32 años de edad.

Sus restos mortales, por disposición presidencial, reposan desde 1896 en el Panteón Nacional de Venezuela.

Es sin duda un ejemplo de valor. Siendo venezolano, combatió en suelo granadino, dando todas las fuerzas e inspiración por el ideario libertario.

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[1] Verenzuela, Sonia. venezuelaehistoria.blogspot.com/2016/08/juan-jose-rondon-delgadillo.html

[2] Freytez, Raúl. ‘La gente invisible que visibilizó a Venezuela’. Fuente: bitacoradelcronistasf.jimdo.com/cr%C3%B3nicas-iii/la-gente-invisible-que-visibiliz%C3%B3-a-venezuela/

[3] Fuente: historia-biografia.com/historia-de-la-batalla-del-pantano-de-vargas/

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