"La mitad de la Historia es mentira.
Y a la otra mitad hay quitarle un pedazo".
Teopompo de Quío
Clío es la Musa de la Historia y protectora ineludible del historiador, al que guía por la ruta que debe seguir para pergeñar bien la historia, sin ingredientes subjetivos o virutas que tergiversen los hechos sucedidos.
Es la primera de las nueve Musas,[1] hija de Júpiter y de Mnemosina, su nombre, derivado del griego Κλειώ Kleiô de la raíz κλέω Kleô 'alabar' o 'cantar', significa según Diodoro y Plutarco gloria, celebridad, honor. Se representaba ordinariamente en figura de una joven coronada de laurel, teniendo en su mano derecha un clarín, y en la izquierda un libro. La consagraban los capullos y flores de muchas plantas, como un símbolo alegórico de su virginidad. Clío canta el pasado de los hombres y de las ciudades.
Mitólogos recientes consideran que el nombre de Musa se deriva de la palabra griega myein, que significa explicar los misterios; porque ellas enseñaron a los humanos cosas importantes, que no estaban al alcance de los ignorantes. Sus cantos amenizan los banquetes de los dioses. Conceden la inspiración a poetas y a músicos.
Es importante saber que las Musas, así como los dioses y diosas y todos los endriagos fabulosos creados por la mente humana, en el mundo antiguo, antes de la aparición del Cristianismo primitivo, eran divinidades de las ciencias y las artes. Entre los latinos fueron llamadas Camenas. En general, siguiendo la opinión de Hesíodo, se cuentan nueve musas todas hijas de Júpiter y de Mnemosina. "En el Olimpo, dice este autor, cantan las maravillas de los dioses, conocen lo pasado, lo presente y lo venidero, y alegran la corte celestial con sus armoniosos conciertos”.
También se les dio el sobrenombre de Pegásides porque habitan en el Helicón, al lado de Pegaso, el caballo que nació de la sangre de Medusa, después de ser decapitada por Perseo. Cabe anotar que cada uno de los nombres encierra una alegoría.
Heródoto,[2] en su obra Cumbre, Los Nueve Libros de la Historia, el libro primero se lo dedicó a Clío, donde expresa “Esta es la exposición de las investigaciones de Heródoto de Halicarnaso, para que no se desvanezcan con el tiempo los hechos de los hombres, y para que no queden sin gloria, grandes y maravillosas obras”.[3]
Teopompo de Quíos,[4] consideraba que la Historia era propia de Hombres de Estado, en su época combatió la tergiversación de la Historia, porque no se ceñía a las directrices dadas por Clío. Acuñó la frase “La mitad de la Historia es mentira y a la otra mitad hay que restarle una parte”. En su obra Las Filípicas, dedicada a Filipo de Macedonas, Teopompo crítica la vida privada del Rey, pero al mismo tiempo apoya sus acciones políticas.
Homero, en el canto primero, donde los dioses deciden el retorno de Odiseo, invoca a Clío para que le cuente a la Asamblea por medio de su voz qué ha sucedido con el aventurero Pausanias (hace 2400 años) y otros autores solo mencionan tres musas, ya que para ellos, solo había tres clases de cantos: la voz sola, sin ningún instrumento; el soplo o el aire con los instrumentos de viento, y la pulsación con las liras.
Para Diodoro,[5] las Musas tienen mucha relación con Osiris, el dios egipcio, hijo del dios Geb, la tierra y Nut, el cielo, con las Musas, a quienes les facilitaba su carruaje, el que era piloteado, unas veces por Apolo y otras por Hércules. Quizás por eso a Apolo y a Hércules, se les conoce con el apelativo de Musageta. Osiris, gustaba de la alegría, y tenía afición al canto y a la danza. Siempre tenía en su compañía un coro de músicos, entre los cuales había nueve jóvenes instruidas en todas las artes, que tenían alguna relación con la música, de donde se deriva el nombre de Musas.
Diodoro supone que cada una de ellas presidía, diferentes artes, como la música, la poesía, la danza, la astrología. También son vírgenes, porque los beneficios de la educación son inalterables. Leclerc cree que la fábula, de las musas tuvo origen de los conciertos establecidos por Júpiter en Creta, que este dios fue considerado como el padre de las musas, tan solo porque fue el primero que entre los griegos dio un concierto arreglado; y que se les dio por madre a Mnemosina, porque la memoria es la que ofrece la materia para los poemas. Lo cierto es que, siguiendo la tradición de Hesíodo, que es la más común, son nueve las Musas y a las cuales les tribuyó un nombre, según el oficio que desempeñaba en el Olimpo.
Era Clío quien cantaba el pasado de los hombres y de las ciudades y quien inspiraba a los poetas clásicos a fin de recrear en la memoria de todas las generaciones las hazañas de aquellos que merecieron la gloria. Por ello es también la musa que proporciona la fama siendo ésta uno de los más altos bienes a los que un griego de la época podía aspirar. Además, heredó de su madre Mnemosine, la memoria.
De las nueve Musas, era Clío la más parecida a su madre ya que el "recuerdo" y la "memoria" son consideradas funciones básicas de la Historia, y de su padre Zeus la inteligencia razonadora, y se le atribuyen las cualidades de la reflexión sobre lo acontecido y la belleza en su exposición.
Según las fuentes mitológicas, Clío tuvo un hijo con Piero, rey de Macedonia, llamado Jacinto, considerado héroe por la mitología. Hay fuentes que consideran que también fue madre de Himeneo, dios de las ceremonias de matrimonio. Se dice también de ella que fue la musa que introdujo el alfabeto fenicio en Grecia.
Cabe anotar que en el mundo antiguo, hubo además de las Musas, Diosas, encabezadas por Afrodita y Astarté, Canéforas, Cárites Driadas, Erinias, Euménides, Gorgonas, Harpías, Canéforas, Hespérides, Horas, Danaides y Moiras, que tenían su día de fiesta y de celebración que fueron asimiladas por la primitiva iglesia cristina.
En la Literatura Universal, son muy mencionadas las musas. En Teogonía de Hesíodo (Hace 3.500 años), aparece cada una, identificada por su especificidad. Safo, de Mitilene o de Lesbos, hace 2700 años, canta sus virtudes. Platón, 2480 años atrás, le reconoce las virtudes a cada una. Píndaro, se hizo reconocer como la voz de las Musas, 2500 años atrás. En nuestros días, Baudelaire, en Flores del Mal, ofrece el poema 'La Musa Enferma' de ojos huecos. José Martí en su obra 'Ismaelillo', habla de su “Musa Traviesa”.
Delmira Agustini, en su poema “La Musa”, ofrece la descripción de su Musa Ideal.
«Yo la quiero cambiante, misteriosa y compleja;
/ con dos ojos de abismo que se vuelvan fanales;
/ en su boca, una fruta perfumada y bermeja /
que destile más miel que ios rubios panales".
(1:1 libro blanco. 1907).
En Conclusión, como todas musas, Clío ha sido representada en multitud de ocasiones a lo largo de la historia del arte. Se la suele representar como una joven coronada con laureles, llevando una trompeta en la mano derecha y un libro de Tucídides (historiador y militar ateniense; padre de la historiografía científica) en la izquierda. A estos atributos se une en ocasiones el globo terráqueo sobre el que posa y el Tiempo, como muestra de que la Historia abarca todos los lugares y todas las épocas. En ocasiones sus representaciones escultóricas aparecen con una guitarra en una mano y un plectro (púa) en la otra, puesto que se la considera inventora de la guitarra. En otras representaciones mucho más clásicas se representa a Clío llevando en su mano izquierda un rollo de papiro y a sus pies una capsa (caja) para guardar los papiros y también en ocasiones porta una tablilla y un estilete.
En fin lo que no escribe Clío, en su papiro con su cálamo, siguiendo el tiempo en la clepsidra o gnomon y señalando con el dedo gordo del pie derecho el lugar en el globo terráqueo, no es Historia, sino tradición.
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[1] Nuevo Compendio de Mitología, 1826.
[2] Heródoto: “Los Nueve Libros de la Historia”. W.M. Jackson.INC. Estudio Preliminar- 1973. Página IX. “Heródoto hace 2500años, hijo de Lixes y Drío, fue natural de Halicarnaso de Ilustre familia. Su legado más importante a la antigüedad fue su obra “Los Nueve Libros de la Historia”, en que cada uno lleva el nombre de una de las nueve Musas. Se presume vivió hace más de 2500 años.
[3] Heródoto: “Los Nueve Libros de la Historia”. W.M. Jackson.INC. 1973. Página 3.
[4] Teopompo nació hace 2400 en Quíos, una Isla de Grecia. Es autor de las Helénicas y Las Filípicas. Orador consagrado
[5] Historiador. Más conocido como Diodoro de Sicilia, vivió hace 2100 años en Agira.
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Fuentes consultadas:
DICCIONARIO – MITOLOGÍA GRIEGA Y ROMANA. Dirigido por René Martín. Ediciones España. Madrid, 2005. 8ª edición.
DICCIONARIO DE MITOLOGÍA GRIEGA Y ROMANA. Pierre Grimal. Ediciones Paidós. Presses Universitarires de France, París. 1951
DICCIONARIO ETIMOLÓGICO DE LA MITOLOGÍA GRIEGA. www.demgol.units.it - 2013
DICCIONARIO UNIVERSAL DE MITOLOGÍA O DE LA FÁBULA. Tomo II. Por B.G.P. Barcelona, 1870.
DICCIONARIO DE SINÓNIMOS DE LA LENGUA CASTELLANA. Por Don Pedro María de Olive. Imprenta de Madame de Lacombe. Segunda Edición. París, 1852.
EL GRAN LIBRO DE LA MITOLOGÍA GRIEGA. Basado en el Manual de Mitología Griega de H.J. Rose. La Esfera de los Libros. S.L. Madrid. 2008.
HISTORIA DE LA MITOLOGÍA GRIEGA Y ROMANA. Por V. González. Casa Editorial “Saturnina Callejas Fernández”. Madrid, 1876.
Nuevo Compendio de La Mitología – Ciencia o explicación de la Fábula Para poder conocer la alegoría de las Divinidades del Gentilismo. Por D.A.P. Zaragoza Godínez. Madrid. Imprenta de Laguado. 1826.