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Un Museo para historias de las víctimas del conflicto armado


El Museo de Memoria Histórica presenta: Voces Para Transformar a Colombia, una exposición que cuenta las historias de la guerra. La memoria se materializa en diferentes formatos para que la voz de las víctimas sea escuchada. / Foto: Jorge Cifuentes, CIUDAD PAZ.

El Centro Nacional de Memoria Histórica estrenará museo en 2020, y contará con espacios para teatro, radio, foros, salas expositivas, biblioteca, memorial, casa exilio y talleres de creación.

Estará ubicado en la Avenida Teusaquillo (Calle 25), la Carrera 29a y la Avenida Jorge Eliécer Gaitán (Calle 26), en una alameda que articula el Centro Administrativo Distrital con el Parque de la Democracia y la Plaza del Concejo de Bogotá.

En el marco de la edición 31 de la Feria Internacional del libro de Bogotá se presentó ‘Voces para transformar Colombia’, con el ánimo de presentar el proyecto del Museo de Memoria Histórica.

El director del Museo, Luis Carlos Sánchez Díaz, expone el guion inicial de la institución que traerá a la memoria de la Nación a los más de ocho millones y medio de víctimas. Las narraciones son creadas en diferentes formatos por quienes han sufrido la guerra en carne propia. El Museo busca poner el foco en las regiones más lejanas, invisibilizadas, y, desproporcionalmente, afectadas por los actores del conflicto armado.

Aunque en la exposición que fue presentada durante la Feria del Libro se da a conocer lo que será el museo, sus colaboradores están atentos para seguir escuchando y contando la verdad sobre el conflicto en boca de los más importantes: las víctimas.

EXPOSICIÓN

Juan Sebastián Pérez, coordinador de mediación de la exposición, le contó a CIUDAD PAZ que el espacio “busca generar dos grandes formas de aprendizaje: la comprensión real de lo que ha pasado en Colombia y lograr una aproximación a los hechos de violencia, a las formas de victimización”.

Explica que las afectaciones “en todo el marco del conflicto se han dado, además, por el despojo y la contaminación”.

“La exposición busca generar otros tipos de aprendizajes y visibilizar las formas de resistencia en las regiones y ver que la transformación social y la construcción de paz es algo que se hace desde las regiones y las ciudades. Por ello debemos pensar en este tema, para que seamos un solo articulado nacional”, concluye.

La exposición ‘Voces para transformar Colombia’ está divida en tres ejes: la tierra, el cuerpo y el agua. “Al agua han arrojado cadáveres, la han contaminado, secado y desviado. El cuerpo ha sido lacerado sin piedad, hasta desaparecerlo, y aun así ha resistido con dignidad. Y la tierra es el motor de la guerra, su riqueza hace que todos la quieran, de ella se han desplazado y a ella han regresado”, explica Sebastián.

Los casos son del Urabá y el Bajo Atrato, Puerto Guzmán en el departamento del Putumayo, Buenaventura, Magdalena Medio, el rio Atrato, pero también deja ver como el conflicto armado llegó a las ciudades con una muestra titulada Comuna 13, que habla de las fronteras invisibles en Medellín, entre otras historias, en esta primera muestra el recorrido puede durar desde 20 minutos hasta cuatro horas, dependiendo del interés del visitante.

Las propuestas fueron construidas con la participación de docentes de las instituciones educativas distritales de Bogotá: La Amistad, de la localidad de Ciudad Kennedy; y la Argentina, de la localidad de Ciudad Bolívar, integrantes de la Red Distrital de Docentes Investigadores. (REDDI), funcionarias del área de inclusión a víctimas de la Secretaría de Educación de Bogotá, participantes de laboratorios de mediadores del Museo y la profesora Diana Rodríguez Gómez, de la Universidad de los Andes.

Se recrean los hechos ocurridos en el año 2003 cuando en el club El Nogal estalló la bomba que cobró la vida de 36 personas y dejó heridos a 198. Igualmente, el denominado exterminio de hombres y mujeres de la Unión Patriótica y otras manifestaciones del conflicto armado en las zonas Urbanas.

Se resalta la importancia de Los Consejos Comunitarios de Mayores del Chocó: Cocomacia, Ascobas y Cococomopoca, los resguardos indígenas de los pueblos Embera-dobida Embera-Katio, Embera-Chamí y Wounan Tule, el Centro de Estudios para la Justicia Social Tierra Digna y el Foro Interétnico Solidaridad Chocó para proteger el rio Atrato y devolverle su centralidad como precursor de vida en Chocó y Antioquia antes de los daños causados por el conflicto armado y otras afectaciones de la guerra.

Cristina Lleras Figueroa, coordinadora de la exposición comparte: “Aquí las personas están narrando ¿cómo llegó el conflicto a sus territorios? Y también ¿cómo desarrollaban sus vidas? y ¿cómo resistieron? o ¿Cómo tuvieron que huir?, las acciones que han emprendido para poder retornar y recuperar sus tierras, se clama por el respeto de las ciénagas, del río Magdalena, entre otros temas”.

Lleras Figueroa dice que los relatos de las víctimas son llevados a diferentes formatos. “La memoria se materializa de formas muy distintas, puede ser con una obra de teatro, una historia gráfica, un video, un audio, etcétera”.

“Aquí tratamos de darle a cada una de las historias distintas materialidades procurando de que sea acorde con lo que se está contando, por ejemplo, si estamos hablando del río Magdalena encontramos un mapa de afectaciones para entender ¿Qué le ha pasó al afluente?, o si estamos hablando del cuerpo, para ayudar a entender ¿qué le ha hecho la guerra a ese cuerpo?, lo mostramos a través de las cicatrices. Hay múltiples formas de entender los estragos que el conflicto ha dejado en Colombia”, explica.

Uno de los retos con que se ha encontrado la coordinadora es con la población joven, “Los adolescente a veces piensan cosas diferentes y poco les importa lo que le pase a los otros, pero también hemos visto chicos súper interesados y muy dispuestos al debate, pero el trabajo con el público joven es una tarea no solo para el museo, sino para el país, y es ¿cómo involucrar las generaciones, que no han visto la guerra, o no les tocó, o no quieren saber del tema?”.

“Este es un comienzo, pero el trabajo del museo tiene que seguir porque aún hay muchas historias que contar y tenemos que entrar en contacto con las personas”, puntualiza Cristina.

Este proyecto se construye siguiendo el mandato de la ley 1448 de 2011, que ordena al Centro Nacional de Memoria Histórica, encargado de reunir y recuperar todo el material documental, testimonios orales y por cualquier otro medio relativos a las violaciones de que trata el artículo 147 de la Ley de Víctimas y restitución de Tierras, “diseñar, crear y administrar un Museo de la Memoria como medida de reparación simbólica para las víctimas y la sociedad colombiana”. La voz central del museo será la de las víctimas, la de personas y comunidades que han sido vulneradas, excluidas, ignoradas y silenciadas.

Del Eje de la Paz y la Memoria, además del Museo de Memoria Histórica, hacen parte el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, los parques metropolitanos del Renacimiento y la Reconciliación y el Cementerio Central.

EL CENTRO DE MEMORIA HISTÓRICA Establecimiento público del orden nacional, adscrito al Departamento para la Prosperidad Social (DPS), que tiene como objeto reunir y recuperar el material documental, testimonios orales y por cualquier otro medio relativos a las violaciones de que trata el artículo 147 de la Ley de Víctimas y restitución de Tierras. La información recogida será puesta a disposición de los interesados, de los investigadores y de los ciudadanos en general, mediante actividades museísticas, pedagógicas y cuantas sean necesarias para proporcionar y enriquecer el conocimiento de la historia política y social de Colombia.

OBJETIVOS DEL CNMH

  • Comprensión social del conflicto armado: contribuir al esclarecimiento de los hechos, los responsables y las condiciones que hicieron posible el conflicto armado en Colombia, e interpelar a la sociedad sobre las dinámicas institucionales, políticos y sociales que lo desencadenaron y degradaron, para contribuir a la realización del derecho a la verdad de las víctimas.

  • Esfera pública de la memoria: consolidar el papel de la memoria como derecho en la institucionalidad y la sociedad y como patrimonio público, propiciando las garantías y condiciones para que las diversas manifestaciones de la sociedad realicen ejercicios de memoria histórica.

  • Condiciones para la construcción de la paz: aportar a la dignificación de las víctimas, el esclarecimiento de los hechos de violencia ocurridos y la convivencia del país, a través de la reparación simbólica de las víctimas y la implementación de mecanismos no judiciales de contribución a la verdad de la población desmovilizada y otros actores.

  • Legado testimonial y documental. Museo Nacional de la Memoria y Archivo de Derechos Humanos y Memoria Histórica: diseñar, construir y entregar al país el Museo de la Memoria como un espacio de dignificación de las víctimas y de promoción de una cultura respetuosa de los derechos humanos.

  • Efectividad organizacional: Consolidar institucionalmente el CNMH para que logre los resultados que las víctimas, la sociedad y el Estado esperan de él, de manera transparente y oportuna, en el marco de los principios de participación, pluralidad y dignidad.

/ Por ROBINSON OSPINA BUITRAGO, Redactor de CIUDAD PAZ

ciudad.paz@prodignidad.com

 

/ Fotos:

- El Museo de Memoria Histórica presenta: Voces Para Transformar a Colombia, una exposición que cuenta las historias de la guerra. La memoria se materializa en diferentes formatos para que la voz de las víctimas sea escuchada. / Foto: Jorge Cifuentes, CIUDAD PAZ.

- Juan Sebastián Pérez, coordinador de Mediación..

- Cristina Lleras Figueroa, coordinadora de la exposición.

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