Las instalaciones de la cárcel de Acacías, en el Meta, se encuentran en deplorables condiciones, situación que genera inseguridad para quienes deben permanecen en la construcción que data de hace más de 80 años.
A ello se suma el que los trabajadores deban trabajar jornadas de hasta 24 horas seguidas, y que los reclusos estén expuestos a malas condiciones sanitarias.
La Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura ordenó mejorar las condiciones laborales del personal administrativo y de custodia y vigilancia del establecimiento penitenciario Colonia Agrícola de Máxima Seguridad de Acacias, así como las circunstancias de reclusión de los internos para que se protejan sus derechos fundamentales.
“El gobierno Nacional a través del Ministerio de Justicia y del Derecho, el INPEC y el director del establecimiento penitenciario y carcelario Colonia Penal del Oriente, deben proveer los cargos vacantes tanto del personal de custodia y vigilancia como del administrativo, por las graves condiciones de trabajo de los empleados”, comunicó el presidente de la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la judicatura”.
Los magistrados de la Sala Disciplinaria del alto tribunal exhortaron al director de la mencionada institución carcelaria para que se respete la jornada laboral de los empleados que se tienen que doblar permanentemente.
Pero no solo los empleados tienen que trabajar de más por la falta de personal. Los internos viven en malas condiciones sanitarias y de habitabilidad puesto que la infraestructura está en pésimo estado.
El presidente de la sala disciplinaria del Consejo de Estado aseguró que “se ordenó elaborar un plan de refacción, mantenimiento y adecuación y se determinen las necesidades en materia de bienes y servicios, incluidas las capacitaciones del personal”.
El recurso de amparo fue presentado por la representante de la Asociación Sindical de Servidores del Sistema Penitenciario y Carcelario (UTP), quien manifestó que el establecimiento tiene un sobrecupo de 274 internos, hace falta personal administrativo y operativo, lo que genera jornadas laborales hasta de 24 horas continuas, las edificaciones tienen más de 80 años de construcción, encontrándose en mal estado y el personal está expuesto a riesgos que comprometen la vida y la integridad como riñas, fugas, motines y enfermedades infectocontagiosas.
La Sala aseguró que este caso guarda relación con la realidad del Sistema Penitenciario y Carcelario Colombiano, donde continúa la afectación en forma sistemática y masiva de los derechos fundamentales tanto del personal como de la población privada de la libertad.