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‘Tenemos que pasar a la construcción de la cultura de la vida’: Gloria Flórez Schneider


“No se puede hablar de democracia, cuando las mujeres son excluidas del ejercicio de la política y de la participación ciudadana, cuando sus agendas y sus luchas nos son tenidas en cuenta”, afirma Gloria Flórez Schneider.

Enfatiza que es hora de "pasar de una cultura patriarcal de muerte, a la construcción de la cultura de la vida’".

Socióloga. Oriunda de Bucaramanga, hija de madre santandereana y padre sucreño. Durante 37 años ha liderado la defensa de los derechos humanos. Fundó la Asociación MINGA, desde la que durante 18 años trabajó por las víctimas del conflicto.

Con sensibilidad, ha logrado construir convergencias, como el Programa de Protección a Defensores, Paz Colombia y la Alianza, redes que han permitido salvar vidas y mantener un tejido ciudadano alentando las banderas de la vida y la paz para Colombia.

Fue elegida Parlamentaria Andina por Colombia, en 2010, con la más alta votación individual. Fue Secretaria de Gobierno desde octubre de 2014 hasta diciembre de 2015.

En 1998 recibió el premio Robert Kennedy para los derechos humanos, otorgado por el Centro Robert Kennedy (Washington DC); en 2002 le fue otorgado el Premio de Derechos Humanos de la República de Francia; en 2007, la revista Semana la escogió entre las 100 Mujeres de la historia de Colombia. En 2011 le fue otorgada la Legión de Honor de la República de Francia, categoría Gran Orden de Caballero de Honor.

Aspira al Senado de la República por la lista Decentes, No. 10 en el tarjetón.

Consultada por CIUDAD PAZ, estas fueron sus respuestas:

¿Cómo puede aportar al proceso de construcción de la paz y el del tejido social?

En esencia, soy constructora de paz, defensora de la vida y de los Derechos Humanos y en esta apuesta por llegar al Senado de la República, después de 37 años de recorrer el país, de trabajar por la defensa de los Derechos Humanos, de abogar por una salida política al conflicto armado para que cese la violencia.

Es la oportunidad para abrir espacios para que quienes no han tenido voz, para que puedan potenciar sus agendas en la construcción de la paz, de un país profundamente democrático e incluyente, que es lo que le falta a Colombia.

Estoy comprometida con una agenda de paz que incluye reformas trascendentales en el país, a la educación, a la salud, a la economía que excluye a millones de personas. Estoy comprometida con las mujeres en esencia: en lograr la igualdad y la paridad política. El poder femenino tiene que coadyuvar en la construcción de un país democrático. No se puede hablar de democracia, cuando las mujeres son excluidas del ejercicio de la política y de la participación ciudadana, cuando sus agendas y sus luchas nos son tenidas en cuenta. A veces, se avanza en leyes y en derecho, pero no se aplican en la práctica. Estaré vigilante.

¿Qué propone para frenar la violencia de género?

Venimos de siglos de patriarcado y exclusión de la mujer. Entre más abramos espacios políticos, entre más podamos visibilizar las violencias contra las mujeres, mejorará la situación. Pero, ante todo, tenemos que apostarle a una trasformación cultural de fondo, pasar de una cultura patriarcal de muerte, a la construcción de la cultura de la vida. Una cultura donde nos reconozcamos en la diversidad, donde nos potenciemos como seres humanos y donde las mujeres y los hombres, los niños, las niñas, los jóvenes y los adultos mayores podamos construir de manera equitativa el país que soñamos.

Se trata de una transformación cultural que implica serias apuestas en el modelo educativo. No basta con leyes que repriman, sino que generen una transformación en el modelo educativo que rompa la brecha de exclusión y desigualdad que ha rodeado a la sociedad colombiana. Se trata también de igualdad de oportunidades, porque un niño o una niña que son violentados, serán potencialmente violentadores cuando crezcan. Cuando una víctima no es tratada y acudida por el Estado, posiblemente llegue a transformarse en victimario.

¿Qué propone para llevar educación de calidad a las regiones?

Estoy comprometida con el proyecto de la Colombia Humana que implica una reforma a fondo del modelo educativo. Estamos buscando que la educación sea para todos y para todas en igualdad de condiciones, gratuita.

Lo más estratégico que estamos planteando hoy es lograr que nuestros jóvenes no vean truncados sus sueños porque hay un Estado que le abre las puertas a la universidad. Por eso estamos empeñados en construir todo ese sistema de universidades públicas que llegue a todos los territorios y que permita que el saber llegue a todos los territorios.

¿Cree que las mujeres tendrán mejores oportunidades en el próximo gobierno?

Si. En el Gobierno de Gustavo Petro y de la Colombia Humana, por supuesto que sí, porque como lo demostramos en la Bogotá Humana se trató de una Administración inclusiva. Se vio la igualdad y la paridad en el gabinete y la incorporación de la mujer en la construcción de las políticas públicas lograron enfrentar la violencia de género.

Yo tengo la propuesta de crear el Ministerio de la Mujer, como mandato de las organizaciones de mujeres, de las víctimas, que consideran que necesitamos una institucionalidad comprometida con romper esa brecha y esa inequidad que hemos tenido que vivir en este sistema patriarcal. Claro que habrá más oportunidades para las mujeres y nuestra propuesta es trabajar con todas aquellas personas que han sido segregadas.

¿Cómo sueña el país en paz?

Sueño a Colombia con una profunda democracia. Hemos tenido simulacros de democracia. No puede haber democracia con segregación. Debe haber participación: de las mujeres, de los jóvenes, de los indígenas. La paz se construye con un proyecto de país incluyente, donde se elija como el centro de gravedad: la vida, el agua, la naturaleza y no un modelo depredador de muerte como el que nos han impuesto durante todos estos años.

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